La gente estaba molesta el viernes santo al mediodía porque, no sólo, cortaron las avenidas del Libertador y Figueroa Alcorta, sino que tampoco los dejaban cruzar por las calles laterales para continuar su rutina deportiva.
Afortunadamente, los guardias de seguridad, muy amables ellos, les explicaban que no podían pasar y les brindaban una alternativa para cruzar la calle, que era desechada por el enojado público, ya que quedaba muy lejos la solución al problema.
Ciudadanos habitués de los parques, en este caso en la zona de Recoleta/Palermo, no pudieron cumplir con sus rutinas y manifestaron su molestia.
La carrera anual de la ciudad de Buenos Aires, organizada por medios privados y avalado por el Gobierno capitalino cuenta con un récord de público que ha llegado de diversos puntos del país.
Más allá del enojo de la gente, esto se hace una vez al año y es una linda propuesta, que quien sabe, podría en un futuro organizar la F1 al mejor estilo de Mónaco.
@lostribuneros