Tribunero.com Portal futbolero
LISBOA, Portugal – Un inicio soñado se convirtió en la peor pesadilla. El Benfica sufrió una derrota impensable en casa ante el Qarabağ de Azerbaiyán, que firmó una remontada histórica de 0-2 a 3-2 en el Estadio da Luz. Este resultado catastrófico provocó un terremoto en el club portugués, culminando con la destitución de su entrenador Bruno Lage horas después del pitazo final.
El partido parecía encarrilado para las “Águilas” con una ventaja de dos goles en solo 16 minutos, gracias a los tantos de Barrenechea y Pavlidis. Pero la euforia local se desvaneció tan rápido como se construyó. El Qarabağ reaccionó con un fútbol directo y feroz. Un tremendo zapatazo de Leandro Andrade redujo la diferencia antes del descanso, y Camilo Durán puso el 2-2 en el arranque de la segunda mitad.
Un gol histórico que desató la furia de la afición
El golpe de gracia llegó en el minuto 86. En una jugada memorable que nació de un saque largo del portero, Oleksiy Kashchuk culminó una rápida pared con Zoubir para anotar el 2-3 y silenciar a los más de 53 mil aficionados presentes.
El pitazo final desató la furia de la afición del Benfica. El «inferno» del Estadio da Luz se encendió con un coro de pitadas y «pañuelos blancos» dirigidos al banquillo. Aunque aplaudieron a los jugadores, el mensaje para el entrenador Bruno Lage fue claro y contundente: «demissão».
Consecuencias inmediatas y un nombre de peso para el futuro
El impacto de la derrota fue tal que Bruno Lage se presentó ante los medios para pedir disculpas y, horas más tarde, el presidente Rui Costa confirmó su despido. Esta derrota quedará marcada como un hito para el Qarabağ, que no solo logró su primera victoria en la fase principal de la Champions League, sino que lo hizo de manera heroica.
Mientras el club azerí celebra su gesta continental, en Portugal ya se barajan nombres para ocupar el banquillo. Los reportes indican que la directiva del Benfica tiene un solo objetivo en mente para liderar el proyecto: José Mourinho.
