El cruce por un lugar en la Superliga entre San Martín de Tucumán y Villa Dálmine terminó en bochorno. La brega, jugada en San Miguel terminó en empate a tres con gol en el minuto 94, lo que generó euforia en unos tucumanos festejaban este importante avance hacia la primera división, sin embargo, la visita no soportó la eliminación y partió para la violencia.
El partido jugada en casa de San Martín arrancó muy feo para el local ya que en menos de media hora perdía por 2-0 ante el conjunto de la ciudad bonaerense de Campana. En el complemento llegaron a igualarlo faltando nada más que ocho minutos para el cierre, pero tres minutos después Ramiro López ponía arriba Villa Dálmine, para colmo tenían diez en la cancha porque en el minuto 77 Cristian González fue expulsado. La derrota dejaba afuera a los «Cirujas», por lo que jugaron a matar o morir y finalmente, en el cuarto minuto de descuento el conjunto local puso el 3-3 gracias a Juan Galeano.
Tras el pitazo final y la dramática clasificación del conjunto local, futbolistas de Dálmine se trenzaron con rivales argumentando que se habían burlado de ellos. Tras cartón, parciales invadieron el terreno de juego y esto se convirtió en un caos que, seguramente, perjudicará a San Martín porque el público debió quedarse en las tribunas y no saltar a la cancha. La AFA podría quitarles el derecho de jugar en casa en lo que resta del Reducido.
Villa Dálmine plantandose contra medio Tucumán pic.twitter.com/aX4nGquAGH
— TERMO de ASCENSO (@TermoDeAscenso) 7 de mayo de 2018
@lostribuneros