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No hay dos sin tres. La tercera es la vencida. En síntesis, el númer tres tiene lo suyo; Darío Vivier, entrenador de fútbol femenino, conocido motivador y una suerte manosanta, tratará de sacar del bache donde se ha empantanado el equipo tras su renuncia luego de un incidente donde nada tuvo que ver tras el encuentro ante Banfield.
Vivier es quien se encargó de encaminar a este equipo ‘tambero’ hacia esta segunda división, tras eliminar en la Primera C a Argentino de Merlo, como visitante nada menos, después despachó a la sorpresa Fénix en campo neutral para llegar a la finalísima en Córdoba donde dieron una de las mejores batallas jamás vistas en el ascenso femenino; 12 mil personas vieron atónitas como por primera vez, luego de anotar 104 goles en 14 partidos, Belgrano de ir 3-0 en 25 minutos, llegó ponerse abajo 3-4 en el Mario Kempes, que finalmente terminó 5-4 y título facturado para las Piratas.
En la Primera B las Tamberas clasificaron a la Zona Campeonato donde tuvieron un pasaje algo irregular hasta caer en un pozo depresivo que costó la renuncia de Vivier y el reemplazo de otro viejo lobo de mar como el «Búho» Báez, quien tampoco pudo hacer pie.
Claypole en 17 encuentros de este torneo reducido lleva acumulados 23 puntos, marchando séptimo; siete fueron las victorias, dos los empates y ocho las derrotas. Las últimas dos fueron por 8-0 ante Belgrano y 5-0 ante Argentinos Juniors, donde las tamberas debieron encarar con diez todo el partido porque por un problema mecánico en uno de los ómnibus no llegó el grueso de la delegación al polideportivo de las «Bichas».
Darío Vivier ahora deberá bregar por un lugar en los playoffs con miras de cambiar la historia. Equipo sobra, jugadoras con calidad para jugar en Primera abundan. Ahora, es ponerse a trabajar y pisar el acelerador que falta poco para el final.
