Solo le faltó entrar a cabecear al aguatero de Argentino Merlo. La pelota era fiel a sus dueñas, las jugadoras de Lamadrid, por eso que se negaba a entrar en su propia valla. El partido por la segunda jornada de la Zona B de la Primera C femenina era cerrado, tanto como el cielo de la mañana del domingo 5 de setiembre, donde el sol estaba con mucha pereza luego de una noche lluviosa.
En un campo del CIRSE la estrenante en la tercera categoría del fútbol AFA femenino jugaba por primera vez de local con tres puntos a cuestas logradas en su visita a Country Canning por la jornada inicial de este Torneo de Transición, pero claro, en frente no tenían a cualquier rival sino que se trataba de las rebeldes de Argentino de Merlo que vienen de perder en diciembre pasado la final por el ascenso ante Vélez Sarsfield.
Dotadas de jugadoras de corta edad pero de mucho rodaje como Luján Benítez y Aldana Vargas, ambas con 18 años recién cumplidos y dos años de primera, condimentadas por la experiencia de la experimentada arquera Evelyn Algañaraz, la implacable Mónica Ortigoza y Tamara Silcan, las chicas dirigidas por la dupla Nahuel González – Julián Rubio, presionó tanto, pero tanto, que finalmente logró el premio de los tres puntos.
En la cancha el equipo de Merlo dominó de cabo a rabo, generando situaciones de peligro que no terminaron en gol por causa de tener enfrente a una notable arquera «carcelera» que se plantó bien. Caprichosamente, la pelota en una incidencia terminó rebotando en el palo, encontrando después a una zaguera que la sacó casi de la línea, impidiendo que Argentino se ponga arriba. Antes, hubo un penal sancionado y posteriormente anulado a instancias del juez de línea que había sancionado posición adelantada.
Con Luján Benítez por la derecha y Tamara Silcan por la izquierda el juego iba equilibrado, ambas se movían muy bien rumbo al ataque para que tanto Daiana Hidalgo como Mónica Ortigoza busquen la «valiza» dirían los portugueses, pero faltaba ‘eso’.
El tirano tiempo pasaba sin piedad obligando a González-Rubio a tomar decisiones rápidas, estilo ruleta rusa; salieron defensoras para darle lugar a volantes con vocación ofensiva y atacantes también; la inclusión de la pequeña de apenas 14 añitos, Dilary «Húngara» Acosta y Iara Roldán de 15 años, le dio al equipo mucho aire fresco, mientras que la inclusión de Brenda Argüello colaborando en el fondo con Aldana Vargas, que cuando tuvo que mandar el balón a las nubes, lo hizo, para cuidarse de los contragolpes, solo que faltaba ese toque de experiencia para poder rubricar tanto esfurzo, por eso, apelaron a las atacantes Rocío Oliva y Lorena Véliz para directamente inyectar el balón en el área.
Pesada y toda esa pelota que corría por una cancha embarrada, terminó en el fondo del arco gracias a una fría y calculadoras Mónica Ortigoza, que en el minuto 87 puso fin a tanto pero tanto sufrimiento y ansiedad.
Alegría enorme para las rebeldes porque suman su segunda victoria en dos presentaciones, arrancando con el pie derecho en un torneo de lo más disputado. Junto a Sportivo Italiano lideran con media docena de unidades.
@lostribuneros