Por la mediocridad de los directivos de Talleres el torneo de la Primera C del fútbol femenino no empieza ni tampoco se sabe cuando lo hará. Mientras tanto entrenadores están por perder el empleo, jugadoras que deciden abandonar sus equipos para dedicarse a otra cosa porque los cordobeses no definen su ingreso a AFA.
Talleres se hizo el duro con la Liga Cordobesa de Fútbol (LCF) durante la pandemia y no se presentó a jugar durante tres partidos porque sus futbolistas tenían Covid-19, hecho que sucedió en otros clubes que respetaron y soportaron las reglas de juego. Casi como sintiendose omnipotentes, o por ahí no tanto, sino que peor, con desprecio hacia el fútbol femenino, decidieron desafiar a la liga local, y terminaron siendo suspendidos por un año.
Talleres no quiere respetar un acuerdo con la LFC para poder ingresar a la AFA (es afiliado indirecto) entonces todo cayó por tierra.
Vale indicar que a la gente de la T no le importa el fútbol femenino, sino que tienen la obligación de estar federados en el femenino, valga la redundancia, para poder competir en Copa Libertadores de América masculina debido a que Conmebol los obliga.
En caso de no cumplir con esta requisitoria Talleres podría ser descalificado del torneo, hecho que podría generarle sanciones, multas, además de una pérdida millonaria de ingresos.
El sorteo de la zona de grupos de la Libertadores masculina se celebará el próximo viernes 25 en Luque, Paraguay.
Según pudo saber Tribunero.com la indignación entre varios cuerpos técnicos es mayúscula, tras haber establecido contacto con varios de ellos. Incluso, hemos dialogado con jugadoras de varios equipos quienes se muestran indignadas por la falta de respuestas y de solución dado a que aún no hay fecha tentativa para el comienzo de la C.
Son 27 los clubes que están en el «gancho» por negligencias que nada tiene que ver con ellos, nada que ver con el rival Belgrano que entró a la AFA, salió campeón de la Primera C con 107 goles en 14 partidos y ahora está arrasando en la Primera B.