El superclásico está en el descanso. Boca y River no se superan en la Bombonera.
Boca se muestra más peligroso que su adversario y generó tres chaces claras de gol, que no terminaron en el fondo del arco porque el palo le dijo «No» a Osvaldo, y porque Chávez cuando la tuvo servida la mandó a la tribuna.
River controló el balón en el mediocampo, llegó apenas una vez con claridad y el remate de Sánchez acabó estrellado en el travesaño.
Chávez entró nervioso y ligó una merecida amarilla. El «Cata» Díaz también está amonestado.
@lostribuneros