Owen da Gama, seleccionador de Sudáfrica, de 54 años, se considera una persona viajada. Gracias al fútbol y a su olfato de gol consiguió poner muchos sellos en su pasaporte. “He dado bastantes vueltas por el mundo. Jugué en Bélgica, en el Beerschot. Estuve en España, con el Figueres, que en aquella época competía en la primera división. También jugué en Irlanda, en el Derry City, con el que fui elegido jugador del año. No es una de las mayores ligas, pero yo marcaba mis goles”, explica a FIFA.com, en los pasillos del Maracaná, después del sorteo de la fase de grupos de los Torneos Olímpicos de Fútbol Río 2016.
Fue un paso más en la trayectoria de un sudafricano que lleva el espíritu aventurero en la sangre. Owen es nada menos que descendiente del legendario navegante y explorador portugués que, en 1497, fue el primer europeo en conducir una flota de navíos del Viejo Continente a la India, bordeando el extremo sur de África, para inaugurar un itinerario que cambiaría las relaciones comerciales de aquella época, la ruta del Cabo. Supuso un hito histórico en un proceso que llevaría al descubrimiento del país que se dispone a albergar ahora los Juegos Olímpicos, ya que, en 1500, Pedro Álvares Cabral tenía la misión de recorrer el trayecto original rumbo a la India y sufrió un desvío que lo condujo a nuevas tierras, a Brasil.
“Sí, Da Gama, como ustedes saben, es un nombre muy importante. No hay más que fijarse en mi nariz para ver que es igual que la de Vasco”, afirma, riéndose. “Uno de los hijos de Vasco, Emanuel, se quedó en Mozambique, y esa es nuestra rama de la familia, hace 14 generaciones. Tenemos el árbol genealógico, libros de registro firmados, diarios”.
Con la mente puesta en Brasil
Owen dice que “habla un poquito” de portugués, por la ascendencia paterna. Pero no será frecuente oírlo en ese idioma, ni siquiera a partir del 4 de julio, cuando su joven selección sudafricana se mida precisamente con Brasil, país organizador, en la jornada inaugural del Torneo Olímpico de Fútbol masculino, en Brasilia.
“Sabemos que va a ser difícil. Ellos cuentan con jugadores fantásticos, pero el desafío también representa una oportunidad. Brasil va a tener una gran presión, y cuanto más podamos asegurarla nosotros, mejor. Va a ser una gran experiencia, y creo que estamos en condiciones de jugar bien”, señala, para después recordar que en la Copa Africana de Naciones Sub-23 su equipo ya se enfrentó al conjunto anfitrión, Senegal, y consiguió derrotarlo en el partido por el tercer y último puesto clasificatorio. “Tal vez eso sea un buen presagio para nosotros, quién sabe. Pero yo siempre prefiero empezar contra los mejores, y creo que Brasil y Nigeria son los dos mejores. A partir de ahí, no se puede más que subir”.
Curiosamente, no será el primer duelo con la Seleção del año. El 27 de marzo, Sudáfrica perdió 3-1 ante los brasileños en un partido amistoso de preparación disputado en Maceió. “En el fútbol cualquier cosa es posible. El hecho de que tengamos únicamente a cinco jugadores en Europa, y al resto del grupo en nuestro país, quizás pueda ayudar, ya que podremos pasar más tiempo juntos. Puede ser una ventaja, aunque aun así hay que respetar a Brasil”.
Después de ese primer encuentro, el técnico sudafricano espera poder contar con el apoyo de los hinchas brasileños, y no sólo por su conexión lusófona. A lo largo de su carrera, incluso antes de ese choque amistoso en el estado de Alagoas y del sorteo olímpico, ya estuvo en el país sudamericano en otras cuatro ocasiones, con São Paulo como principal destino, al tener amigos en la ciudad. “Los brasileños siempre han sido muy amables con Sudáfrica. Tenemos una relación muy buena. [Carlos Alberto] Parreira ha dirigido a nuestra selección nacional, y eso no hizo más que reforzar esa buena sensación. Siempre se nos ha recibido muy bien, y el espíritu deportivo de Brasil es el mejor del mundo”.
Y, al anunciarse el entrenador como descendiente de Vasco da Gama, ¿podrá esperar al menos el apoyo de los seguidores del club homónimo de Río de Janeiro, uno de los más populares del país? “¿Quién sabe? En Sudáfrica también tenemos un equipo de segunda división que se llama Vasco da Gama. Todo el mundo piensa que es mío”, dice, bromeando de nuevo. No cabe duda de que es un nombre que resuena, y que quizás pueda ayudarlo en este nuevo periplo tan familiar, pero ahora olímpico.
Fuente: www.fifa.com
Diego Martín Yamus.
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