Hubiera podido negarse a salir del vestuario y esconderse el mayor tiempo posible. ¿Quién se lo habría reprochado? Kecine acababa de recibir siete goles, y terminó el partido renqueante.
Sin embargo, el guardameta de Nueva Caledonia no es de los que se ocultan, aunque unos minutos antes sufriese un durísimo revés ante Francia, una derrota por 7-1, en la primera participación de un combinado neocaledonio en una Copa Mundial de la FIFA.
El orgullo como respuesta
“Hicimos un primer tiempo malísimo, yo recibí seis goles, y cuando volvimos a los vestuarios el entrenador nos gritó y nos insistió en el orgullo”, confiesa Kecine a FIFA.com, mientras se dirigía hacia el autobús cojeando.
“Aunque fuésemos perdiendo 6-0, el partido no se había terminado. Todavía nos quedaban 45 minutos para demostrar nuestras cualidades. Cuando volvimos, notamos la diferencia, estuvimos más concentrados, y no olvidamos nunca esa palabra, ‘orgullo”.
La prueba es que en la segunda parte los oceánicos empataron con sus primos lejanos, y Kecine efectuó una atajada magnífica en un penal de Maxence Caqueret.
“Ese penal que detuve será uno de mis mejores recuerdos, sin duda”, explica el arquero, quien vio cómo sus compañeros, su banquillo y los hinchas del Indira Gandhi Athletic Stadium de Guwahati saltaban de alegría para celebrar esa gesta, al igual que el histórico gol de Sidri Wadenges al final del choque.
“Para nosotros, que somos amateurs, parar un penal o marcar un gol en este nivel es como ganar el Mundial”, afirma. Así, prefiere quedarse con esos dos instantes de felicidad dentro de la avalancha de desgracias que ocurrieron a los neocaledonios: un gol inicial de su adversario muy pronto, dos en propia meta y siete tantos recibidos en total.
Registro de Francia contra Kecine
- 31 disparos
- 17 tiros al arco
- 5 paradas decisivas
- 1 penal detenido
Otra prueba de la intensidad con la que jugó Kecine durante los 90 minutos fueron los calambres que tenía al final del partido, algo muy poco habitual en los guardametas, obligados a intervenir menos que sus compañeros. El dolor era tal que su seleccionador, Dominique Wacalie, llegó a considerar qué jugador de campo situaría entre los tres palos en los minutos finales.
“Me dolía tanto que no podía levantarme”, dice Kecine. “Y cuando me di cuenta de que ya habíamos agotado los tres cambios me propuse conseguirlo, sacrificarme por el equipo”, señala. “Es fantástico ver que no se rindió”, reconoce Wacalie. “Y además paró ese penal, lo felicito. Demostró que somos capaces de lograr cosas positivas contra grandes naciones”.
Y eso les favorece, porque sus otros oponentes del Grupo E, Honduras y Japón, son dos habituales del alto nivel. “Ahora la emoción del debut ya ha quedado atrás”, anuncia el guardameta neocaledonio. “Tenemos dos partidos por delante, vamos a esforzarnos mucho e intentar concentrarnos desde el principio, y así intentar obtener la clasificación para la siguiente ronda”.
Balance: ¿sueño o pesadilla?
“Para mí, es un poco de las dos cosas. He recibido siete goles en nuestra primera participación en un Mundial. Había mucho estrés, era muy difícil. Ha sido la primera vez que entramos en un estadio tan grande y que jugamos delante de tanta gente. En Nueva Caledonia estamos muy lejos de todo eso. Pero también es un sueño, por el penal que detuve y el gol que marcamos”.
Fuente: FIFA
Diego Martín Yamus.
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