Solo faltaban cámaras en las camas de los jugadores

La Rede Globo, dueña de los derechos de televisación del Mundial dentro de Brasil, montó una oficina, al igual que otros medios, en la concentración de la verdeamarela, sólo que la empresa monopólica se pasó haciendo entrevistas con los jugadores, programas especiales y hasta recibieron al técnico Scolari el sábado por la noche en el informativo central.

La selección brasileña se pareció al “Gran Hermano” o “Big Brother Brasil” porque sólo le faltó colocar cámaras en los cuartos de la selección.

El emporio de multimedios se encargó de bombardear al público con entrevistas, programas especiales y biografías que tocaban en costado sensible del telespectador, sobre cada jugador de la canarinha.

Varios programas irrumpieron en los entrenamientos con personas con capacidades diferentes, pretendiendo mostrar el costado humano y tierno de los integrantes de la selección.

Hubo todo una movida para endiosar a los jugadores y tratar de ocultar lo mal que la selección venía jugado.

Cada vez que Brasil jugaba la Globo sumaba arriba de los 90 millones de telespectadores, y para el juego ante Alemania, superaron esa marca.

Neymar, el gran marketinero era el favorito, pero cómo ya no lo tenían, apelaron al carisma del excelente zaguero David Luiz, y con la imagen del muy buen muchacho bombardearon durante todo el día, desde el triunfo ante los colombianos.

@lostribuneros

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