Con pocos minutos en la cancha el «Pipa» Benedetto sacó un conejo de la galera al anotar un soberbio golazo. Boca la pasaba mal. Palmeiras se lo había dado vuelta 2-1 y estaba motivado para un eventual tercer gol, y por qué no, por la hazaña. Pero, el goleador sacó un zapatazo formidable que dejó a Weverton sin asunto y que enmudeció nuevamente al Allianz Parque.
Ahora, Palmeiras tiene que hacer cinco goles para meterse en la final. 2-2 van en 77′.
@lostribuneros