Si Francia y Alemania sabrán de semifinales…

Este jueves, en el legendario Stade Vélodrome de Marsella, Francia y Alemania jugarán más que un partido semifinal de la Eurocopa 2016. Será un real clásico, más allá de ser países limítrofes. No sólo el potencial de los dos augura un choque para alquilar cabinas de prensa. Ttambién el pasado, que  los marca en sus enfrentamientos, con buen recuerdo para los germanos. Si habrán batallado en semifinales…

Las dos medias finales de los Mundiales de los 80 los tuvieron como protagonistas. Especialmente la inolvidable del 8 de julio de 1982 en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. 120 minutos, seis goles, incidencias, emoción, cambios de timón y, para más, los tiros desde el punto penal, que como una película también tuvieron vaivenes. Aquella tarde sevillana, Alemania arrancó ganando por Littbarski a los 17 minutos, pero Platini empató de penal a los 27. En el segundo tiempo Patrick Battiston, recién ingresado a la cancha, enfrentó a Schumacher y el arquero le dio un planchazo casi en el cuello que motivó su reemplazo y su traslado a un hospital, pero no tiro libre ni roja. En el alargue, Francia se puso 3-1 por Trésor y Giresse, pero Rummenigge y una chilena de Fischer lo empataron 3-3, llevando todo a los penales. Allí Uli Stielike fue negado por Ettori, pero Schumacher lo consoló al central del Real Madrid, y luego le atajó a Didier Six, antes de desviar el tiro de Bossis. Finalmente, el gigante Hrubesch marcó y los alemanes fueron a la final ante Italia, luego campeón, mientras la excelsa Francia terminó cuarto ante Polonia.

Cuatro años más tarde, el destino lo spuso cara a cara. El 25 de junio de 1986, jugaron una de las semifinales del Mundial de México en el Jalisco de Guadalajara, ahí donde cuatro días antes los franceses habían sido otra vez protagonistas de un partidazo mundialista, aquel cuarto de final con Brasil. Otra vez Rummenigge y Platini frente a frente. Pero los teutones tuvieron fortuna y solidez y ganaron 2-0, primero con un tiro libre de Brehme que se le escapó a Joel Bats, hasta allí figura del torneo, y en el cierre con un toque de Rudi Voeller con el arco solo. Y Alemania volvía a postergar a los galos para ir a la final, que como en el 82 perdería, ahora con Argentina, mientras Francia esta vez se subía al podio al vencer a Bélgica.

Alemania, ya unificado, volvió a ser padre de Francia hace poco. En el Mundial de Brasil, el 4 de julio de 2014por los cuartos de final, en el Maracaná y con Néstor Pitana de árbitro privilegiado, el cabezazo de Mats Hummels a los 13 minutos selló la victoria de los futuros campeones ante el buen equipo de Didier Deschamps. Pero aquellas semis ochentosas los marcaron para siempre. Y la de mañana, quién sabe, los puede marcar de nuevo.

Diego Martín Yamus
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