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Cada día el fútbol argentino involuciona un paso más. A la archiconocida desorganización para siquiera armar una fecha, un campeonato, se suma unn nivel cada vez peor de juego. Cómo explicar que en esta Copa de la Liga Profesional, de los últimos seis encuentros cinco se definieron por tiros desde el punto penal.
Supuestamente estos ocho equipos que empezaron desde los cuartos de final eran los mejores. La realidad demostró que de mejores no tuvieron nada, llegando Colón solamente con un claro triunfo sobre Independiente en la semifinal a la final de este viernes. Racing, su rival, pasó por dos desempates y flojo trabajo, y aún así eliminó a un Boca mediocre. Independiente causó más notoriedad por sus hazañas coperas y la vuelta de su técnico Falcioni que por ser interesante. Y los otros cuatro se quedaron sin pena ni gloria.
Cuando no hay talento, cuando no hay goles y las definiciones vienen tirando desde el punto penal, es claro que no se puede entusiasmar ni mucho menos con nuestro fútbol. Todo lo contrario, cada día es peor. Y que la final se decida en los 90 minutos, a ver si todavía tenemos más ridículo.
Diego Martín Yamus.
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