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Mientras el universo Xeneize se retuerce en Twitter (o ‘X’, como le dicen los que se modernizan tarde) cada vez que se aproxima un Superclásico, resurge la figura de Sebastián Villa, ese héroe de culto que hoy milita lejos de La Bombonera. Los hinchas de Boca, con esa nostalgia tan selectiva que los caracteriza, no dejan de recordar sus goles y performances ante el «eterno rival», a quien, según parece, solo Villa podía mantener a raya.
Los comentarios son un dechado de coherencia: «Siempre le marca a River», claman. Y es que el colombiano tenía ese superpoder: ser eficaz justamente en los partidos que definen una era de chicanas. Lo de agradecer a Dios por sus logros, y su autoproclamación como «100% bostero» son, por supuesto, detalles que la hinchada ha sabido valorar por encima de cualquier otro… «proceso» judicial o contractual que lo haya apartado del club. ¡Pecata minuta! Lo importante es que hizo sufrir a River.
El punto cumbre de esta hagiografía moderna es el penal que eliminó al ‘Millonario’ de la Copa Argentina, un momento que en las redes se recuerda con la épica de la gesta de San Martín, pero con un jugador en un rol mucho más… complejo.
Y ahí radica el ácido de la cuestión: en medio de un fútbol argentino que a veces parece más un reality show que un deporte, la figura de Villa es extrañada por su actitud y, sobre todo, por su infalibilidad ante River. La ausencia del «verdugo» se siente tanto que, al parecer, la memoria colectiva xeneize ha decidido convenientemente archivar los motivos de su partida bajo la etiqueta de «detalle técnico», para enfocarse únicamente en el ‘servicio’ prestado a la causa anti-River.
Es que en el Superclásico, se sabe, la moral es elástica. Y si un tipo te resuelve los problemas con el enemigo, ¿quién mira el historial completo? Sebastián Villa, el incomprendido que solo quería hacer feliz a Boca… con goles a River. Un verdadero ejemplo de prioridades bien ajustadas al fanatismo.
(Y sí, el verdugo de River sigue sumando capítulos, ahora en otro club y con el Millonario otra vez eliminado… parece que el karma es bostero).
