Octavos de final con el mismo sabor amargo para surcoreanos y japoneses porque quedaron por el camino. La Copa del Mundo de Catar 2022 no tendrá sorpresas, al menos, por parte de equipos asiáticos que no pudieron pasar de ronda al caer ante Brasil y Croacia, respectivamente.
Japón, el atrevido equipo que supo batir a dos campeones del Mundo como Alemania y España, daba para confiar que iba a superar al equipo de Croacia, que viene de ser vicecampeón del Mundial de 2018. Pese a arrancar ganancioso el encuentro jugado en Al Janoub Stadium, los croatas lo igualaron yendo luego al alarge. Como todo prosiguió igualado a uno, fueron a los penales donde los croatas fueron implacables.
Si Japón dignificó su derrota porque fue por la ruleta de los penales, Corea del Sur irrió a los uruguayos que fueron eliminados por causa de un de diferencia. Los asiáticos llegaron a estos octavos de final tras robarle un empate a los celestes en el debut y en el cierre del Grupo H lograron una histórica victoria sobre Portugal que margió a Uruguay de la competición.
Esta inesperada victoria surcoreana sobre los lusos daba para creer que, al menos, estaban para hacerle fuerza a los brasileños, que llegaban de caer ante Camerún por el cierre de su grupo. Pero, los brasileños, que juegan en ‘modo vacaciones’ se sacaron las ojotas para calzarse los botines, se miraron a los ojos y se decidieron a jugar.
La brega llevada a cabo en el «974» fue liquidado en un ratito nomás por los de Tite (no Tité) que en apenas en la primera parte se pusieron 4-0 con tantos de Vinicius Júnior, de penal Neymar, Richarlison y Lucas Paquetá. El segundo tiempo fue exclusivamente para relajar por eso que no terminó con 8 o 9 tantos anotados.
Al menos, los surcoreanos festejaron el golazo que hizo Paik Seung-Ho. Asiáticos ya son historia porque el sábado Australia (afiliado a la AFC -Asia Football Confederación) cayeron en manos de Argentina.
Senegal se despidió mal frente a Inglaterra, mientras que este miércoles sus vecinos africanos Marruecos se la jugará ante España ¿sobrevivirá?