Los «santos» lograron una angustiante clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana en el estadio George Capwell de Guayaquil, tras perder con el Emelec. San Pablo ganaba por 2-1 pero los eléctricos lo revirtieron. Bolaños anotó 3.
San Pablo no la tuvo nada fácil en la ciudad de Guayaquil, lugar donde debió defender la goleada anotada en el Morumbí por 4-2. Los brasileños fueron sencillos, y gracias a ello, pudieron resolver la serie, pero acabaron con el corazón en la boca luego que los Eléctricos los pongan durante 35′ frente a su arco.
Los santos dieron clases de calidad porque llegaron apenas dos veces y lograron anotar.
Primero fue el elenco ecuatoriano quien abrió, cuando Bolaños, al minuto ponga el esperanzador 1-0. El «tricolor paulista», sabedor que apenas un gol dejaba heridos a los anfitriones, empató por medio de Alan Kardec a los 29′, y si un gol complicaba al Emelec, dos los destrozaba. Ganso a los 40′ dejaba las cosas 1-2.
Los locales nunca se rindieron, pese a ir abajo en el marcador, entraron con actitud en el segundo tiempo, decididos a lograr la hazaña, o quedar por el camino con la mayor dignidad.
Fue cruel la presión ejercida, tan cruel, que la defensa brasileña cometió dos penales, y Bolaños no perdonó en ninguna de sus chances.
Emelec se había puesto 3-2, iban 53′ y quedaba mucho tiempo. Lograron cerrar los espacios y colocar jugadores «tapón» en el medio para que los brasileños no salgan de contra.
El veterano Rogerio Ceni pareció un pulpo sacando pelotas. No se sabe de dónde sacó tantos brazos, pero el hecho es que la pelota no pudo ingresar por cuarta vez en su arco. Cuando no se puede con las manos, ni con los pies, surge algo llamado «suerte». Una pelota que iba con destino de gol, terminó estrellada contra la transversal.
San Pablo pasó una cruel zozobra, pero logró el objetivo y ahora es semifinalista de la Copa Sudamericana.
César Vallejo de Perú o el Nacional de Medellín será su rival.
@lostribuneros