El Torneo Apertura quedó en manos de las menos pensadas porque todo apuntaba que iba a ser una dura disputa entre las favoritas Boca Juniors y UAI Urquiza, pero en silencio, sin alharacas aparecieron las Cuervas para dar el batacazo y consagrarse campeonas gracias a un gol sobre la hora y una excelente puntería en los tiros penales.
Las Cuervas y las Bosteras ya se conocían las caras porque compartieron el Grupo A. Entonces, luego de vencer obstáculos se volvieron a ver pero esta vez en la finalísima.
Boca llegó con 42 partidos sin perder, anotando un 6-0 sobre Deportivo Español en la cancha de Las Gallegas cerrando así su presentación en la zona de grupos. Luego pasó con facilidad sobre Independiente y por penales dejó afuera a su acérrima rival River Plate.
Ante ese panorama San Lorenzo no se achicó, yendo al frente porque ellas tuvieron que sortear a Rosario Central, donde gracias a una magistral actuación de la arquera paraguaya Laura Bobadilla, lograron rematar a las Canallas para después encarar y sorprender a todos al batir a la UAI Urquiza, que había llegado con todos sus partidos ganados, la mayoría por goleada.
En la cancha eran las Gladiadoras quienes estaban preparándose para las mieles de un nuevo trofeo gracias al gol anotado por Cecilia Troncoso en el minuto 19, apareció en el minuto 90 Cindy Ramírez para sacarles la papa de la boca.
Este empate forzó el remate desde los tiros penales en la cancha de Deportivo Morón. De ahí las Santitas se lucieron para levantar el trofeo.
Una de las curiosidades fue que el entrenador boquense, emulando a Países Bajos en el Mundial de 2014 cuando Van Gaal mandó a Krull al arco en reemplazo de Cillessen justo antes de terminar el alargue, acá entró Dulce Tórtolo en lugar de Laurina Oliveros, sin embargo la fórmula no funcionó.
San Lorenzo guarda en sus vitrinas su tercer título de la historia y el primero de la era AFA.
@lostribuneros