La cancha del Vasco da Gama, que había sido elegida como sede del rugby olímpico para 2016, fue desechada por la organización y la «torcida» del gigante de la colina no pudo ocultar su decepción.
Los hinchas del Vasco da Gama se habían ilusionado con ver en su estadio partidos de rugby para los Juegos Olímpicos Río 2016, lo que casi era un hecho, pero la mala noticia les cayó como un balde de agua helada: no serán sede.
Tras la mala noticia, la decepción llegó a oídos de los directivos del popular equipo carioca, quienes inmediatamente se aferraron a un «Plan B»; la construcción de un nuevo estadio asociados a una mega constructora.
Según el COI (Comité Olímpico Internacional) el estadio San Januario no cumple con, al menos, 100 normas exigidas y para ello el club debería desembolsar la suma de unos 30.000 millones de dólares para cumplir con lo requerido.
El gobierno de la ciudad de Río y el estadual no piensan en ayudar económicamente al club para acondicionar el entorno al estadio, es decir, el barrio, ni colaborar con las reformas del estadio, ya que el COI les dijo «NO».
@lostribuneros