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Por Tribunero.com | 24 de septiembre de 2025
¡Qué espectáculo! Si el fútbol fuera una comedia, la eliminación de Once Caldas de la Copa Sudamericana 2025 contra Independiente del Valle tendría una risa enlatada de fondo. No necesitaban un guion, lo improvisaron todo: desde el triunfo en Ecuador hasta el circo montado en su regreso a casa, donde los jugadores decidieron que la concentración era para los «amargados». ¿Por qué no celebrar antes de tiempo? ¡Total, el fútbol es solo una excusa para una fiesta, ¿no?!
El «fiestón» antes del partido
Lo que debería haber sido un regreso cauteloso, con los pies bien puestos sobre la tierra y la cabeza en el partido, se convirtió en una especie de carnaval. ¿La razón? Un video viralizó la imagen de los jugadores de Once Caldas saltando, brincando y trepados sobre el techo del bus, como si ya estuvieran en la final. El verdadero espectáculo no fue en el campo, sino en la travesía de los jugadores a su propio estadio, donde la “concentración” pasó a ser una palabra olvidada en el diccionario. ¡El «triunfalismo» les costó caro!
Claro, las redes sociales estallaron, y los hinchas, entre risas y frustración, no dudaron en señalar la «falta de profesionalismo». ¿Para qué seriedad? Total, ¡no estaban jugando contra cualquier equipo! Sólo el Independiente del Valle, un rival que no entiende de bromas, y mucho menos de celebraciones anticipadas. Pero, ¿quién necesita concentración cuando se tiene ritmo, no? ¿Alguien dijo «futbolistas profesionales»?
El partido: una obra maestra del caos
Al llegar al partido, Once Caldas tenía todo para hacer historia. Tras ganar en Ecuador, el empate en casa los metía en semifinales. ¿La realidad? Una defensa rota, una ofensiva ausente y un equipo que pareció jugar con la mente en la fiesta y no en la cancha. Los goles de Independiente del Valle fueron como una lluvia de críticas en las redes, donde los hinchas gritaban al unísono: «¡Eso no se hace, muchachos!».
Entre errores inexplicables y una falta total de reacción, el equipo colombiano dejó claro que no hay celebraciones anticipadas que valgan cuando no sabes cómo defender un centro o cómo patear al arco. ¡Y así se fueron de la Copa! Un equipo eliminado, pero con la mentalidad intacta: al menos no perdieron el ritmo en el bus, y eso ya es algo.
Reacciones: «La culpa la tiene el VAR»
¿La culpa fue del VAR? No. ¿Del árbitro? Tampoco. Los hinchas se desahogaron, pero sabían que lo que había sucedido dentro del campo era mucho más que una simple casualidad. Once Caldas no pudo ni siquiera levantar la cabeza cuando el partido lo pedía. Y sin embargo, para algunos, el chivo expiatorio fue el árbitro, las decisiones dudosas, y claro, el fútbol es injusto, como siempre. ¿Pero quién tiene la culpa de la fiesta previa al partido? El VAR o el DJ que puso la música en el bus… ahí está la cuestión.
Conclusión: Un adiós épico… de comedia
La Copa Sudamericana 2025 se despide de Once Caldas con más caras largas que risas. El equipo se va, pero no sin antes dejarnos una lección: si vas a celebrar, al menos que sea después de haber asegurado la clasificación. Aunque, claro, si el fútbol fuera solo una excusa para bailar y saltar, al menos este equipo tendría un futuro brillante en la pista de baile.
¿Próxima parada? Un Torneo Local donde, tal vez, sus hinchas sigan saltando, pero esta vez con los pies en la tierra… o al menos en el campo de juego.
