Miguel Ángel Russo, el ídolo que se va por la puerta grande. El experimentado entrenador decidió poner fin a su ciclo en Rosario Central, dejando un legado imborrable en el corazón de los hinchas canallas. Con la Copa de la Liga Profesional bajo el brazo y un palmarés envidiable, Russo se retira por motivos de salud.
Un adiós que conmueve al pueblo canalla
La noticia de la renuncia de Russo generó una gran conmoción en el ambiente futbolístico. Los hinchas de Central inundaron las redes sociales con mensajes de agradecimiento y reconocimiento hacia el entrenador que los llevó a la gloria. Su lealtad, entrega y pasión por los colores auriazules fueron ampliamente valorados.
«Siempre leal a nuestros colores, siempre ahí cuando había que estar. Prócer absoluto del barrio de Arroyito. Nos vamos a encargar de que los hijos de nuestros hijos sepan que los ídolos se comportan como Miguel Ángel Russo. El pueblo no olvida a quien no lo traiciona», expresó un emocionado hincha en las redes sociales.
Un palmarés envidiable y un legado imborrable
Russo, quien dirigió a Central en cinco oportunidades, logró conquistar la Copa de la Liga Profesional en su último ciclo. Además, nunca perdió un clásico ante Newell’s Old Boys, dejando una marca imborrable en la historia del club. Como reconocimiento a su trayectoria, Rosario Central planea erigir una estatua en su honor.
«Con dolor uno entiende que es el momento de dar un paso al costado, creo que es lo mejor para el club», declaró Russo en su mensaje de despedida.
Matías Lequi, el nuevo entrenador interino
Matías Lequi, hasta ahora entrenador de la Reserva, será el encargado de tomar las riendas del primer equipo de manera interina. El desafío será mantener el legado dejado por Russo y seguir compitiendo en la parte alta de la tabla.
Russo es recordado por su frase célebre tras goleada histórica sobre Newell’s Old Boys, hace casi 30 años, cuando el equipo Leproso terminó abanandonando la cancha: «LOS CLASICOS NO SE JUEGAN, SE GANAN»