El capitán inglés aprovechó su momento de descanso concedido por el entrenador interino Gareth Southgate y aprovechando su fama aprovechó para entrar a un casamiento que se celebraba en el hotel donde concentraba. Bebió de más, fue fotografiado y se armó un escándalo.
Wayner Rooney tuvo que pedirle disculpas a todo el mundo, una vez que la noticia se viralizó. Arrancó con su técnico, luego con la federación, su técnico del Manchester United y luego la afición.
El código de conducta deportiva inglés afirma que los futbolistas que se encuentren concentrados bajo la camiseta de la selección, no pueden salir de la concentración, aunque sea su día libre, salvo que lo hagan con su familia, pero con la condición de retornar a la hora establecida. No pueden participar de fiestas, o al menos, no deben beber alcohol ni involucrarse en escándalos.
Rooney saltó la cerca y fue «pescado». Ahora deberá esperar qué decide la federación inglesa. Este jueves se presentó en el Manchester United nuevamente para prepararse para el próximo juego ante el Arsenal por Premier League.
@lostribuneros