El ídolo del Liverpool, Roberto Firmino, aprovechó su tiempo libre para convertir a los caminos de Dios a su compañero y compatriota Alisson Becker.
En una ceremonia íntima pero que fue divulgada por el propio Firmino, el arquero gaúcho fue bautizado por el goleador en la piscina de la casa de este último, en una emotiva ceremonia cristiana.
Amigos y familiares de ambos, e incluso su también compatriota y compañero del Liverpool Fabinho, estuvieron presentes.
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