Si nos llena de asombro los bombardeos en la Franja de Gaza entre israelíes y palestinos, lo que le tocó vivir a River Plate en Colombia no tiene nada que envidiarle a esa región de medio oriente.
Vergonzosa rayana a patética actitud la de Conmebol al autorizar el encuentro válido por Copa Libertadores entre el equipo Millonario y el Junior.
Mientras juegan en el Estadio Metropolitano de Barranquilla, se eschuchan estruendos de disparos entre la policía y manifestantes que se oponen contra un salvaje impuestazo ordenado por el gobierno Iván Duque Márquez.
Millones de colombianos salieron a las calles desde hace algo más de dos semanas, dejando al rojo vivo al país cafetero.
El viento llevó a la cancha humo producto de gases lacrimógenos que afectó a los futbolistas que estaban en la cancha.
Los futbolistas de River y de Junior están con un ojo en lo que sucede en el campo de juego y otro de lo que pasa en la calle.
La Conmebol bien pudo haber cambiado la sede de este encuentro. Pero, su majestad el dinero una vez más prostituyó a la Confederación Sudamericana de Fútbol.
@lostribuneros