El millonario recuperó su autoestima, luego de golear por 4-0 y de visitante a un desconocido Arsenal. River Plate recupera la sonrisa luego de tantas lágrimas y sueña con volver a lo que era.
En un partido verdaderamente para el olvido, River destrozó a un insípido y desconocido Arsenal por 4-0. El partido técnicamente fue malo y el equipo de Núñez para fortuna propia, supo sacar réditos de los groseros errores defensivos de su adversario.
El partido era para ideal para dormir la siesta y mirarlo de reojo, luego que los dos equipos jueguen al pelotazo y, para peor, ninguno se atrevía a bajarla.
Finalmente fue River quien decidió poner a la reina del fútbol contra el piso, comenzó a levantar la cabeza y se decidió a jugar.
El partido era para dormir pero el golazo de 25 metros hizo despertar a todo el mundo.
Tras el gol, los millonarios tomaron confianza y con mucha seguridad encararon el partido.
Rodrigo Mora, el atacante uruguayo fue el más temerario del ataque, mostró desde el vamos mucha «agresividad» en el ataque e intentó desde el vamos.
En la segunda etapa, sabedores de las limitaciones del adversario, los millonarios no tuvieron problemas y se dedicaron a hacer su negocio, tenían el dominio táctico y el control de balón; lo demás es cuento.
La segunda conquista vino a los 24′ por medio del «Chino» Luna, quien marcó su primer gol para el millonario, luego aumentó las cifras el recién ingresado Funes Mori con dos conquistas.
River suma de a tres y le da algo de oxígeno a su entrenador Matías Almeyda, pero hipócrita y demagogo sería de nuestra parte si decimos que el millonario mejoró: en verdad no jugó con nadie pero al menos supo sacar réditos de un equipo netamente inferior.
Al equipo de Almeyda le falta mucho y tendrá que superar verdaderos escollos en lo que va del campeonato y no todos son vulnerables como lo es este desconocido Arsenal.
@lostribuneros