El equipo Millonario comenzó a beber, nuevamente y fiel a su tradición, de los miles de la victoria; River festejó sus 113 años de existencia con el triunfo de Súper Campeón del fútbol argentino. El elenco de la banda dejó atrás los sinsabores y vuelve a ser el ganador de toda la vida (Foto: Télam)
River despachó en San Luis a un San Lorenzo que luchó como león herido, pero en el fútbol gana el que marca más goles y no el que juega mejor, precisamente.
Los millonarios, de la mano de Ramón Díaz, pero con el toque de Enzo Francescoli, que es quien marca el rumbo del equipo, recuperaron la autoestima y dejaron de jugar como un cuadro chico.
Antes de D’Onofrio, y con el propio Ramón Díaz, entrenador que acostumbra a hablar demasiado, era un cuadro más, y no nadie respetaba sus pergaminos y su estirpe ganadora, hasta que al club llegaron hombres que sienten la camiseta y que respetan la tradición.
River es el de siempre, aunque, hoy por hoy, su fútbol no sea el del Manchester City ni Real Madrid, pero tiene garra y corazón, como siempre.
@lostribuneros