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Austria es famoso por su vasta cultura, especialmente en la música y la danza, valses o sinfonías. En el fútbol también tuvo su período de esplendor. Pero en los últimos años cayó tanto en su nivel que ya no es la selección respetable que atemorizaba en los años 80 o 90. Esas sinfonías se fueron desafinando y cayendo en la mediocridad, hasta que este 2025 logró emerger en Europa en un grupo favorable y así retornar a un Mundial tras 28 años, arribando a la cita de 48 países donde será uno de los tres oponentes de Argentina en el Grupo J.
La historia de la antiguamente recordada centroeuropea comenzó casi con la política y sus tristes sucesos. Cuando el territorio aún era parte del Imperio austrohúngaro, jugó su primer partido en 1902 justamente ante los magiares, a quien goleó 5 a 0. No estuvo en el primer Mundial en Uruguay en 1930, pero sí para Italia 34, una de sus primeras doradas épocas donde a la selección se la conoció como Wunderteam (equipo maravilla). Con el gran Matthias Sindelar al frente, puso en aprietos a la azzurra campeona y perdió el tercer puesto con su archirrival Alemania. Fue plata en los Juegos Olímpicos de Berlín 36 otra vez vencido por Italia. Y justo antes de la Copa de Francia 38, sería anexado a la región germana y algunos de sus grandes valores formaron para ésta.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el equipo renació y logró su mejor tarea en la Copa del Mundo en 1954 en Suiza, donde fue tercero dejando sin invicto al Uruguay del Maracanazo y fijando el récord de goles en un solo encuentro con el 7-5 al local. Nuevamente declinó tanto que recién apareció para 1978 con otra gran generación, liderada por el goleador Hans Krankl, que con su juego técnico y eficaz era un animador y alcanzó la segunda fase en Argentina y en España 82, donde por desgracia también se lo recuerda por el triste arreglo con Alemania que eliminó a Argelia. A pesar de nuevos talentos como Tony Polster o Andreas Herzog, Austria volvió a desafinar y sólo fue parte de otros dos Mundiales, 1990 y 1998, donde se quedó en primera fase; incluso sufrió la humillación de derrotas con rivales tan débiles como Islas Feroe. Las llegadas a la Eurocopa de 2008 (local), 2020 y 2024 no lo sacaron de esa oscuridad, hasta que en 2022 el alemán Ralf Rangnick se hizo cargo y en remarcable campaña lo colocó otra vez en un Mundial el pasado noviembre, tras igualar ante Bosnia y Herzegovina en Viena en la última fecha.
Claro que con estos altibajos, el conjunto rojo y blanco ya no es ni la copia del Wunderteam, ni tampoco su goleador Marco Arnautovic es Sindelar o Krankl. Igualmente ha formado un once interesante con otros consagrados como David Alaba, Konrad Laimer, Marcel Sabitzer o Michael Gregoritsch. Cuando el próximo 16 de junio de 2026 debute ante Jordania en el súper torneo de 48, se verá cuál es el real austríaco, si el de los bellos valses o el de estos tiempos de sinfonías desafinadas.
Diego Martín Yamus.
