Boca Juniors logró un agónico triunfo sobre Tigre, en el Dellagiovanna, con un golazo de otro partido de Riquelme. El partido fue intenso, los anfitriones jugaron un muy buen partido generándole mucho trabajo a un Orión que se lució.
Télam. Boca tuvo su mejor momento en el partido durante los 20 minutos iniciales, en los que generó sus ocasiones de gol más claras en los pies de su jugador más punzante, Luciano Acosta.
El volante complicó a la defensa rival con su movilidad y remate de media distancia, que hizo sonar dos veces la alarma del arco de Javier García, la segunda tras estrellar la pelota en la base del palo derecho.
Después de ese pasaje, Tigre se reacomodó en la mitad de la cancha y ejerció una presión asfixiante sobre el campo rival. Juan Román Riquelme pasó una noche incómoda en Victoria porque fue muy bien marcado. A partir de esa marcación, Tigre tomó el control del partido y marcó una superioridad nítida durante los últimos 25 minutos de la parte inicial, en los que mereció la apertura del marcador.
El no haber logrado su objetivo tuvo un responsable exclusivo: el arquero Agustín Orión, protagonista de tres salvadas providenciales antes del descanso.
En la segunda parte, Tigre ya no consiguió la misma presión de la etapa inicial y sólo inquietó a Orión con un tiro libre de Pérez García a los 20 minutos. Mientras que Boca apenas si se acercó al arco de García, luego de que Bianchi ordenara la salida de Acosta y mantuviera a un inofensivo Claudio Riaño.
Con ese contexto, el cero era un hecho para todos, excepto para Riquelme, que a los 46 minutos recogió una pelota suelta a 35 metros del arco y sometió a su amigo con un tiro pegado al palo derecho.
Fuente: Télam