Claudio Úbeda es el nuevo entrenador de Boca Juniors. Tras el lamentable fallecimiento de Miguel Ángel Russo, la dirigencia Xeneize, encabezada por el presidente Juan Román Riquelme, decidió mover las fichas con cautela y apostar por la continuidad, nombrando al hasta ahora principal ayudante de campo para que tome las riendas del primer equipo.
La decisión tiene un fuerte componente emocional y de respeto por la estructura dejada por Russo. Riquelme manifestó su «total confianza» en Úbeda para que continúe al frente del plantel al menos hasta fin de año, manteniendo unido al cuerpo técnico que ya venía trabajando, incluyendo a Juvenal Rodríguez.
La Libertadores 2026, el objetivo innegociable
El mandato es claro y la prioridad es institucional: clasificar a Boca a la Copa Libertadores 2026. Úbeda tendrá la tarea de dirigir los partidos restantes de 2025, que son clave para lograr este objetivo.
Riquelme fue categórico al señalar que, en este momento de duelo profundo para el club, el foco está en darle acompañamiento al plantel y sostener el proyecto deportivo. Por ello, la búsqueda de un nuevo entrenador ha quedado totalmente descartada por ahora, y cualquier redefinición sobre el futuro técnico se hará recién una vez que termine la temporada.
«Ante la situación de duelo en el club, confío plenamente en la capacidad de Úbeda para sostener el proyecto deportivo y acompañar al plantel en lo emocional y futbolístico.» – Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors.
Consistencia, Protagonismo y «Apostar por todo»
En el plano deportivo, Úbeda ha sido explícito sobre sus metas y su línea de trabajo. No solo apunta a la clasificación copera, sino también a «ir por todo lo que esté en disputa», buscando pelear por el campeonato en este tramo final del año y garantizar que Boca se mantenga en puestos de privilegio.
Los objetivos explícitos del flamante interino son:
- Clasificar a Boca a la Copa Libertadores 2026: El máximo objetivo inmediato.
- Ganar el torneo local: Manteniendo la consistencia y el alto rendimiento.
- Consolidar la evolución del equipo: Con control de juego, capacidad ofensiva y afianzando el legado futbolístico de Russo.
Úbeda ha remarcado la importancia de tener los «pies sobre la tierra» y sostener la estructura de trabajo que ya funcionaba, apostando a la solidez y efectividad del plantel. La apuesta de Boca es clara: cerrar el año de la mejor manera, con la Copa Libertadores asegurada, manteniendo la esencia que dejó Russo y con Úbeda como el hombre de confianza para lograrlo.