El entrenador de la selección española Fernando Hierro fue a Rusia como un bombero dispuesto a apagar un incendio 48 horas antes del comienzo de la Copa del Mundo. Julen Lopetegui había sido despedido y el ex futbolista debió hacerse cargo del equipo.
La performance de la «Furia» fue para el olvido en el Mundial de Rusia, quedando afuera en octavos de final. Hierro hizo de tripas corazones con un equipo que no conocía en profundidad y el final se dio apenas pasada la fase de grupos.
Si bien el entrenador tiene un largo contrato, éste prefirió dar el paso al costado. La valentía de este hombre tomar el hierro candente fue tremenda, más allá de cómo haya quedado su imagen tras el fracaso mundialista.
La federación española aceptó la renuncia, ya que Hierro indicó que es indeclinable.
@lostribuneros