El destino y los números marcaron nada menos a Brasil en la hoja de ruta de Argentina, en el tercero de los octavos de final del Mundial. Ni el más fanático hincha nacional creía en un triunfo. Hasta no quedaba tan mal irse con semejante rival tras la pobre actuación del equipo en la previa. Pero ese domingo 24 de junio de duro frío y gran sol, la realidad iba a ser diferente.
Para colmo, aparte de ser el adversario clásico y en mejor forma, Brasil venía de ganar el Grupo C con tres victorias, más allá de no ser lírico ni mucho menos. Y en el arranque en el espectacular Stadio Delle Alpi de Turín lo confirmó, con las proyecciones de sus laterales Jorginho y Branco haciendo estragos, el juego de Dunga y Alemao y la peligrosidad de Careca. Ante un albiceleste apichonado, de baja estima, encima abucheado por el hostil público italiano. Ya a los dos minutos, un pase de Alemao no pudo ser rechazado y Careca eliminó a Ruggeri, ingresado para este partido, y su remate fue parado por Goycochea. Más tarde Branco bajó de cabeza y Jorginho y Ricardo Rocha no pudieron empujar. Un regalo de Giusti, por primera vez titular, casi lo aprovecha Careca. Y dunga estrelló el primer tiro en el palo de la tarde turinesa.
De Argentina nada, ni Maradona marcado celosamente, hasta que Troglio intentó un tibio disparo de lejos que fue a la media hora la primera llegada al arco de Taffarel. Y cerca del descanso, los de Bilardo subieron un poco y un envío de Diego fue cabeceado por Ruggeri apenas afuera. En el intervalo, el técnico ni habló con sus jugadores, hasta que al salir de nuevo les dijo el famoso «si se la siguen dando a los de amarillo vamos a perder».
Los futbolistas no pudieron hacer mucho caso. Brasil continuó dominando claramente, y martillando el arco de Goycochea, primero con un centro shot de Muller en el ángulo y enseguida con un remate de Alemao que devolvió el mismo poste, mientras Careca tenía otra clara de cabeza apenas arriba. Pero pasados los 20 de ese segundo tiempo épico, Branco le cometió un penal al ingresado Gabriel Calderón que el francés Quiniou no cobró y luego, Burruchaga hizo lucir de afuera a Taffarel.
Tenso ambiente de octavos y superclásico se vivía en Turín y en el país. El partido estaba para cualquiera que diera la estocada. A los 33 minutos, el discutido técnico Sebastiao Lazaroni hizo calentar a Renato Gaúcho y Silas para entrar. En ese mismo momento, Maradona superó a Alemao, su compañero de epopeyas en el Nápoli, y se fue hasta el área. Justo cuando lo sujetaban, colocó estupendo pase a Ccaniggia, que eludió a Taffarel y definió el gol impensado. Ahí sí Argentina pasó a mandar, el «Pepe» Basualdo arrancó y fue bajado por Ricardo Gomes, quien fue expulsado. Y de tiro libre, Maradona casi la ccuelga de un ángulo pero Taffarel lo impidió. Brasil, ya con sus variantes hechas, fue desesperado al ataque, pero fue la inseguridad nacional que casi se lo da, cuando una grosera pifia de Monzón dejó a Muller de cara a Goycochea, y el delantero desvió el remate.
Y con nervios, a los tumbos, con otra pifia de Basualdo en el área propia, llegó el final y el delirio. Sí, el milagro era real. Ese descosido equipo argentino había vencido contra todo ytodos. Contra los pronósticos agoreros, la desconfianza de la gente, los silbidos italianos, contra ese monstruo llamado Brasil, a quien no le ganaba desde años. Los brasileños no podían creerlo; como cuatro años atrás, la tristeza no tenía fin. «Lazaroni es el culpable de lo que pasó», lloraba una hincha. Y la prensa destrozaba al scratch. Mientras tanto, Bilardo y sus guerreros disfrutaban su hazaña: habían sorteado una batalla durísima. Argentina demostraba su jerarquía de campeón vigente con un verdadero hito. Que no sería el único. Porque se venía Yugoslavia en cuartos. Pero si se logró tal proeza, todo era posible desde esa inolvidable tarde.
FICHA DEL PARTIDO
Copa del Mundo de la FIFA Italia 1990
Octavos de final, domingo 24 de junio de 1990
Argentina 1-0 Brasil
Gol: Caniggia 78′ (A).
Estadio: Delle Alpi (Turín). Arbitro: Joel Quiniou (Francia).
ARG: Goycochea; Simón, Monzón, Ruggeri; José Basualdo, Giusti, Olarticoechea, Troglio, Burruchaga; Caniggia y Maradona. DT. Carlos Bilardo.
BRA: Taffarel; Jorginho, Mauro Galvao, Ricardo Gomes, Ricardo Rocha, Branco; Alemao, Dunga, Valdo; Careca y Muller. DT. Sebastiao Lazaroni.
Cambios: 63′ Calderón por Troglio (A), 81′ Silas y Renato Gaúcho por Mauro Galvao y Alemao (B).
EXPULSADO: 83′ Ricardo Gomes (B).
Caniggia cuenta cómo fue el milagro:
Diego Martín Yamus.
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