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Las futbolistas del equipo de Argentino de Rosario, popularmente conocidas como las Salaitas, han anunciado que no competirán más, hartas de los maltratos y negligencias por parte de la comisión directiva. El equipo, famoso en el fútbol femenino de ascenso por su entrega y calidad, ha decidido rebelarse contra el trato desigual que reciben respecto a sus colegas masculinos.
Las Salaitas, que se han convertido en uno de los equipos más fuertes del fútbol femenino de ascenso, han dejado en alto el nombre de su club, luchando temporada tras temporada por el respeto y el ascenso a la Primera División. Ahora, corren el riesgo de ser desafiliadas por su decisión de entrar en huelga.
A través de las redes sociales, las jugadoras expresaron que no participarán más en el torneo debido a las constantes negligencias que enfrentan. Según un comunicado publicado en Instagram, se sienten desvalorizadas como futbolistas y deportistas, a pesar de su trabajo duro y su contribución significativa al prestigio del club.
Las jugadores del Argentino de Rosario revelaron una serie de desigualdades y maltratos, incluyendo la falta de cumplimiento de las promesas de «igualdad» respecto al plantel masculino para la temporada 2023. Las jugadoras deben generar sus propios recursos, incluso para alquilar campos de entrenamiento y comprar equipos deportivos. Los estudios médicos y la comida para los partidos de visitante también corren por cuenta de las futbolistas, que deben buscar auspiciantes y organizar eventos de recaudación de fondos para sobrevivir.
La decisión de retirarse del torneo no fue tomada a la ligera, sino que surge en solidaridad con su cuerpo técnico, que también fue afectado por las decisiones de los directivos. Según su relato, la comisión directiva «prioriza lo económico por sobre lo deportivo», incluso llegando al punto de exigir que dos jugadores trabajen en la promoción del club.
Las Salaitas dejaron en claro que el plantel masculino no sufre las mismas adversidades, y a pesar de reuniones con el presidente de la institución, las cosas no han cambiado. Este conflicto surge a pesar de su destacada actuación en la competición, donde acumulan 11 puntos y se encuentran por debajo de Sarmiento y Newell’s Old Boys, y Talleres de Córdoba, liderado por San Luis.
Este acto de rebelión representa un hito en la lucha por la igualdad en el deporte, evidenciando las profundas desigualdades que aún persisten en el fútbol femenino. Ahora, los ojos de la comunidad futbolística están sobre Argentino de Rosario, esperando una solución justa y respetuosa para las Salaitas.
