Real Madrid humilló al campeón del mundo Bayern Munich en plena Bavaria y clasificó a la final de la Champions League, quedando a solo 90’ del ansiado décimo título. Los merengues jugaron un fútbol de élite y les propinaron un histórico 4-0.
Un baile histórico recibió un desconocido Bayern, que en el Allianz Arena pasó vergüenza ante un fascinante Real Madrid, que con fútbol de alta escuela les caminó por encima, de una manera impensada.
Los germanos debían revertir el 1-0 recibido en el Santiago Bernabéu, algo que parecía hasta coherente, incluso se preveía que el juego iba a ser algo cerrado y que la brega iba a acabar siendo definida desde el punto penal, pero nada de eso existió.
Pep Guardiola mandó un equipo a la cancha que lejos estuvo de jugar como históricamente lo hacen los alemanes; no hubo eficiencia, menos eficacia y se los vio más que timoratos.
Hace rato, desde el Mundial de Clubes Marruecos 2013, que el elenco bávaro molestaba con ese juego cansino de tocar el balón sin parar, como si fuese un equipo de fútbol de salón, esperando que el rival se abra para anotar. En frente, estaba el Real Madrid, equipo conformado por cracks, es una selección integrada por los mejores profesionales del planeta, a ellos no se les puede ir con “cosas raras”.
Si un zaguero te marca dos goles, estás en un serio problema, y justamente, a los 16’ y a los 20’ fue Sergio Ramos el autor del sorprendente 0-2 que dejaba perplejo al elenco teutón, que en lugar de reaccionar, de sufrir una revolución, sufrió lo contrario: entró en pánico.
Con la ventaja parcial, el merengue jugaba a destajo, CR7 se divertía junto a Bale, di Maria y Benzema.
El atacante lusitano tuvo varias chances de gol, acertó una a los 34’ y el juego estaba liquidado en la primera etapa.
Para el segundo tiempo, Bayern precisaba revertir el 0-3, aunque sea por una cuestión de honor, por eso, Pep puso en la cancha a Javi Martínez por Mandzukic y adelantó a su equipo para tratar de no pasar vergüenza. El elenco bávaro pudo controlar la pelota y, por fin, darle trabajo a un Iker Casillas que estaba muy aburrido.
El pescado estaba vendido en la primera parte y aprovechado eso, Real Madrid a los 90’ puso el humillante 0-4 por medio del fenómeno Cristiano Ronaldo, que anotó su doblete.
Lisboa espera al Real Madrid y el miércoles saldrá el adversario del juego entre Chelsea y Atlético Madrid.
@lostribuneros