El campo de juego del estadio Prince Moulay Abdellah quedó en ruinas, luego que se desate una feroz tormenta durante el juego entre Cruz Azul 3-1 Wanderers. Real Madrid y los mexicanos deberán jugar en otra ciudad la semifinal por el Mundial de Clubes.
Siempre que llovió paró dice el refrán, es cierto, paró la lluvia, pero quien pagó las consecuencias del «diluvio» fue el campo de juego del estadio Moulay Abdellah de Rabat. Cruz Azul y Wanderers jugaron a «cara de perro» y esto tuvo un costo muy caro para el escenario.
La cancha se encontraba inundada y el balón casi no picaba, pero, por razones económicas, las autoridades no autorizaron al árbitro a suspender la brega. Sin dudas fue anti-reglamentario, pero dónde hay dinero, manda el vil metal.
La «Máquina Cementera» deberá jugar la semifinal ante Real Madrid, visiblemente desgastado por el esfuerzo «extra» realizado en la capital marroquí, en la espléndida Marrakech, ciudad ubicada 350 km. al sur de la capital.
Ambas escuadras pujarán por un lugar en la final del Mundial de Clubes 2014 de Marruecos. Los «Merengues» llegarán con varios días de descanso. El equipo «Cementero» deberá recuperar rápidamente las energías.
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