Sarre jugó con Alemania
Por única vez, el actual estado alemán de Sarre jugó una eliminatoria para el Mundial. Luego de la Segunda Guerra Mundial, había sido convertido en protectorado francés, a pesar de integrar Alemania. Y el sorteo lo colocó en el mismo grupo que sus compatriotas germanos, aunque perdieron y quedaron eliminados.
El caso Kubala y España afuera con Turquía
Fue un episodio muy raro. El gran Ladislao Kubala, húngaro de nacimiento, no fue autorizado por la FIFA a jugar por españa por haber integrado las selecciones de Hungría y Checoslovaquia antes. España no contó con él y tras ganar 4-1 ante Turquía la llave de ida, perdió en Estambul y debió jugar tercer partido, como se usaba. Ese encuentro fue en Roma, terminó 2 a 2 y los turcos se clasificaron por sorteo. Pero la cuestión fue la exclusión de Kubala, sobre la que al parecer nadie de la FIFA había enviado la comunicación.
Italia se clasifica ante Egipto
Así de raras eran las eliminatorias europeas. Italia disputó su plaza ante un africano, Egipto, único de su continente. Por supuesto se impuso con tranquilidad 2-1 y 5-1, aunque luego en el Mundial quedó afuera con Suiza en la primera ronda.
Corea, el primer asiático en Japón
Corea del Sur se convirtió en el primer país de Asia en jugar una Copa del Mundo. La curiosidad es que eliminó a Japón en dos encuentros jugados precisamente en la capital nipona, Tokio.
El 8-3 húngaro y el caso Puskas
Fue la nota oscura de una Copa bastante limpia. Hungría, con Ferenc Puskas a la cabeza, enfrentó a Alemania Federal en la primera fase y lo goleó 8 a 3. Se dice que los alemanes pusieron suplentes para dejarse ganar, jugar desempate con Turquía y de pasar, evitar a los sudamericanos. Pero lo peor fue que uno de esos suplentes, Werner Liebrich, fue mandado por el técnico Herberger a lesionar a Puskas. Así lo hizo, y el capitán magiar llegó en malas condiciones para la final, justamente, con los germanos.
Alargue en la primera ronda
Así de loco era el reglamento de competición en Suiza 54. Inglaterra y Bélgica jugaron por el Grupo 4 de la primera fase. Los ingleses ganaban 3-1, pero los belgas lo igualaron y hubo que ir, según las reglas, a tiempo suplementario. Si el empate seguía tras los 30 minutos, quedaba como estaba. Hicieron un gol más, terminaron 4 a 4 y todos felices. Eso sí, después de 120 minutos.
Austria-Suiza, un partido de tenis
No por nada el Mundial 54 fue el de mayor promedio de gol por partido, 5,38. En los cuartos de final, Suiza enfrentó al brillante Austria, el famoso Wunderteam. A los 23 minutos iba arriba 3-0, pero los austríacos lo dieron vuelta antes de los 33 a 4-3. El primer tiempo terminó 5-4 a favor de los visitantes. Más goles hubo en el segundo tiempo y se llegó a 12, siendo el de más tantos en un solo cotejo de la historia. Se puede decir que el arquero austríaco Schmied jugó afectado por una insolación por el gran calor, y el defensor suizo Bocquet padecía un tumor, pero igual se mataron a goles, Austria ganó 7-5 y pasó a semifinales.
Obdulio, caudillo desgarrado y todo
En esos cuartos, Uruguay jugó con Inglaterra. El gran capitán Obdulio Varela había marcado el segundo gol oriental, pero en el segundo tiempo se desgarró. Como aún no se podían hacer cambios, el «Negro Jefe» se quedó dentro de la cancha arengando desde adentro a sus compañeros para ganar e ir a las semifinales.
Diego Martín Yamus.
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