La hazaña de Cano ante Yugoslavia
El argentino Rubén Cano era una figura en el popular Atlanta desde su debut en 1970, hasta que en 1974 comenzó su vida en españa en el Elche. En 1976 fichó
para el Atlético Madrid y, si bien César Menotti lo quiso para la Selección, optó por nacionalizarse y jugar para la roja, dirigida por Ladislao Kubala.
El 30 de noviembre de 1977 España debía ganar en Belgrado ante Yugoslavia para ir al Mundial. En un ambiente hostil, el puntero Juanito recibió un botellazo
y Pirri fue fracturado. Sin embargo, los españoles no se achicaron y Rubén Cano, a los 71 minutos, marcó el gol del 1-0 y la vuelta de su país adoptivo
a la Copa del Mundo tras 12 años.
Bolivia cerca del Mundial
Sudamérica tuvo un nuevo formato de eliminatoria, donde los ganadores de los tradicionales tres grupos iban a una liguilla final en Colombia. Uno de ellos
fue Bolivia, que bajó al mismísimo Uruguay pero luego fue barrido con Brasil y Perú. Entonces contó con la chance de un repechaje con Hungría, vencedor
del 9 europeo. Los magiares arrasaron con los del Altiplano 6-0 y 3-2 y así fueron los primeros rivales de Argentina.
No a Diego
Fue una de las anécdotas más recordadas del 78, antes del título mismo de Argentina. El chico Diego Maradona, de las inferiores de Argentinos Juniors, era
con sólo 17 años más que una promesa, incluso había debutado con la Selección un año atrás. Sin embargo, el técnico César Menotti resolvió poco antes del
inicio de la Copa dejarlo afuera de la lista de 22 futbolistas, junto a Víctor Bottaniz (Unión de Santa Fe) y Humberto Bravo (Talleres de Córdoba). lo
que hubiera sido Diego con Kempes, Luque y compañía en el Mundial. Igual habría tiempo para que el 10 tuviera la gloria.
El Beto duró poco
Norberto Alonso sí era uno de los grandes nombres del plantel argentino. El mediocampista de River sin embargo era suplente. Contra Hungría, cuando el partido
estaba 1-1 y complicado, ingresó por José Valencia a los 74 minutos. Lo mismo ante Francia, a los 64, otra vez por el de Talleres. Pero seis minutos después,
como no había precalentado, se desgarró y debió ser cambiado por Oscar Ortiz. Reapareció en la segunda fase contra Brasil ingresando por el mismo Ortiz a los 71. En total, el Beto jugó 40 minutos, aún así, fue tan campeón mundial como
los otros 21.
Los pozos del Minella
El estadio José María Minella de Mar del Plata, uno de los tres nuevos junto al de Córdoba y al de Mendoza, albergó su primer partido mundialista el 2 de
junio entre Italia y Francia. Extrañamente, tras el encuentro el terreno quedó en mal estado, con muchos pozos que condicionaron los demás encuentros,
como el España-Brasil.
El penal contra Francia y arquero golpeado
En su segundo partido, Argentina enfrentó a Francia. A los 45 minutos, el gran líbero galo Marius Trésor cometió mano, pero el árbitro suizo Jean Dubach
dudó. consultó entonces al juez de línea, un rato largo, hasta que volvió y señaló el penal. Es que no había VAR entonces. Por otro lado, en el complemento,
el arquero francés Jean Bertrand-Demanes se golpeó su cabeza contra un poste tras una atajada y tuvo que ser reemplazado por Dominique Baratelli.
Kimberley jugó para Francia
Otra famosa. El 10 de junio en Mar del Plata, Francia debía enfrentar a Hungría en el cierre del Grupo 1, ambos ya afuera. Como los galos tenían camiseta
azul y los húngaros roja, la FIFA estableció que uno de las dos tenía que usar blanca, para mejor vista de quienes contaran con televisor en blanco y negro.
El utilero francés Hénri Patrelle se olvidó del detalle y llevó blancas, justo la que tenían los magiares. Los franceses pensaron en no presentarse al
no tener una camiseta oscura. Entonces recurrieron a las del popular club local Kimberley, blanca y verde a bastones. La rareza les dio suerte y ganaron
3-1. Así que los hinchas del «dragón verde» se jactaron para siempre de contar en su once con Platini, Six, Rocheteau y de jugar el Mundial. La camiseta
número 5, de François Bracci, está en exhibición en el museo de la fifa.
La proeza de Túnez
El 2 de junio, el mismo día que Argentina debutó, Túnez sorprendió al mundo. Como lo había hecho en 1977, cuando eliminó a Egipto y llegó a su primer Mundial,
en el que comenzó en Rosario contra México. Los aztecas, cuyo técnico José Roca estaba casi seguro de clasificarse, empezaron ganando sobre el cierre del
primer tiempo con un penal de Vázquez Ayala. Pero en el complemento, los tunecinos marcaron tres goles, fueron superiores y obtuvieron el primer triunfo
para África, lo que luego derivó en el aumento de plazas a dos para España 82. Pero no se quedaron ahí: le hicieron fuerza a Polonia, que los derrotó por
la mínima con esfuerzo, y sobre todo amargaron al campeón Alemania, al que le sacaron un 0-0 que pudo ahber sido triunfo.
El gol que no le cobraron a Brasil
Es cierto que Brasil dejó una pobre imagen en Argentina 78. Pero también que fue perjudicado en su debut con Suecia en Mar del Plata. Con el encuentro 1-1,
en la última jugada el lateral Nelinho tiró un córner. Con la pelota en el aire, al árbitro galés Clive Thomas se le ocurrió terminar el partido. Zico
cabeceó y marcó el 2-1, pero no valió. Los sudamericanos presentaron una protesta ante la FIFA, pero no prosperó y se quedaron con mediocre igualdad.
El gol que erró Cardeñosa ante Brasil
En el siguiente partido, también en Mar del Plata, Brasil se la jugaba con España, derrotado por Austria en su estreno. Promediando el segundo tiempo, un
mal despeje brasileño le dejó la pelota servida para el gol al delantero Julio Cardeñosa, solo con el arco. Por el mal estado del campo del Minella, Cardeñosa
tardó en acomodarse para tirar, y cuando pudo hacerlo, el zaguero Amaral se cruzó y salvó el que hubiera sido el triunfo de la roja y la casi eliminación
de Brasil. El encuentro terminó sin goles.
Un escocés muy creído
El entrenador escocés Alistair MacLeod se había envalentonado diciendo, un mes antes del Mundial, que él era el mejor técnico del mundo y su país sería
campeón. Escocia integró el Grupo 4, donde perdió con Perú 1-3 y erró un penal, igualó con Irán 1-1 (gol de un iraní en contra) y le ganó a Holanda 3-2,
pero quedó afuera. Además, su puntero Willie Johnston dio positivo un control antidóping.¿Qué habrá dicho McLeod después?
El gol 1000
Fue el 11 de junio en ese partido Escocia-Holanda, en el Malvinas Argentinas de Mendoza. A los 34 minutos del primer tiempo, el árbitro austríaco Erich
Linemayr sancionó penal para la naranja que Rob Rensenbrink transformó en el gol número 1000 de los Mundiales. De poco le sirvió, ya que cayeron 3-2 aunque
igual fueron a la siguiente fase y luego, a la final con Argentina. Sí, ahí donde Rensenbrink remató en el poste a los 90 minutos y perdió el gol del título.
Italia muy cansado
Fue muy raro, pero en varios encuentros Italia se quedó sin resto físico. Por lo que en la segunda ronda ganó con susto ante Austria y contra Holanda, tras
ir 1-0, fue superado 2-1 con facilidad pasmosa y marginado de la final.
Austria gana el clásico chico
En el cierre de ese grupo A de la segunda fase, Alemania y Austria jugaban un pequeño clásico por la lengua alemana. Los germanos tenían que golear para
ir a la final a defender su título, los austríacos sólo cumplían. Hacía 47 años que no le podían ganar a los teutones. A los 88 minutos, con el partido
2-2, el gran delantero Johan Krankl se mandó excelente jugada personal, eludió a dos defensores y con fenomenal zurdazo marcó el 3-2 triunfal, que se celebró
en el centro de Viena como un título del mundo.
Kempes arquero y el penal de Deyna
Argentina arrancó la segunda fase en la cancha de Rosario Central jugando con Polonia. Kempes inauguró el marcador a los 16 minutos. A los 39, el goleador
polaco Grzegorz Lato recogió un rebote y tiró al arco vacío, pero el «Matador» se estiró y la atajó con la mano. Penal que hoy sería expulsión, que Kazimierz
Deyna ejecutó débil y Fillol se lo atajó. Luego la Selección ganó con otro golazo de Mario.
Muchos tiros en el palo
Tremendo como curioso récord aconteció en el Brasil-Polonia de la última fecha del grupo de Argentina. Con el partido 1-1, a los 57 minutos hubo dos tiros
en el poste polaco y Roberto Dinamita marcó el desnivel. Y seis después, en acción parecida se registraron tres remates a los postes. Roberto recogió el
tercer rebote y volvió a conquistar el gol para el 3-1 final.
Rivelino enojado con el mundo
En el tercer puesto ante Italia, Roberto Rivelino ingresó faltando 26 minutos para despedirse de los Mundiales, tras tres apariciones. La despedida no fue
muy feliz: el 11 tuvo líos con los rivales, algunos compañeros, el árbitro, el público del Monumental y hasta con él mismo. Igual, Brasil ganó 2-1.
Final con demora
La final entre Argentina y Holanda debía comenzar a las 15 horas en punto, pero se demoró diez minutos, ya que fue el tiempo que necesitó el hábil holandés
René Van der Kerkhof para que le fuera quitada una venda de su muñeca lesionada hace poco.
Argentina campeón sin ayudas
Para cerrar, una consideración importante. Argentina fue campeón absolutamente legítimo. NO hay pruebas fehacientes del supuesto arreglo del 6-0 a Perú,
se dice y se escribe mucho sin una verdad indiscutible. De última, si la Selección tuviera todo arreglado para ser campeón, no hubiera sufrido la pelota
de Rensenbrink en el palo en la final. No creemos que al puntero naranja le dieran dinero para estrellar solo ante Fillol el título para su país en el
poste.
Diego Martín Yamus.
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