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Ramón Díaz, el eterno evangelista del fútbol con bigote, lo ha vuelto a hacer. En un despliegue de sabiduría ancestral digno de un dinosaurio que recién descubre la televisión a color, el técnico riojano nos regaló otra joya de la oratoria machirula tras un modesto empate 2-2 entre su Inter de Porto Alegre y el Bahía.
La escena fue épica: frustrado por un gol anulado por el VAR –esa tecnología diabólica que no respeta la «ley del vivo»–, el entrenador se puso filosófico y sentenció con una gravedad digna de un rey medieval: «El fútbol es para hombres, no para niñas, es para hombres».
¡Eureka! El misterio de por qué el Inter no gana está resuelto: ¡el equipo debe estar infiltrado por «niñas»! Y lo más preocupante: ¿qué hacen esos «hombres» en el campo que se dejan empatar por el Bahía? ¿Será que sus niveles de testosterona no alcanzan el estándar del gurú Ramón?
🧐 El VAR: ¿Culpa de la Tecnología o de la «Sensibilidad Femenina»?
Por supuesto, la frase generó un repudio generalizado. Porque, claro, en 2025 uno esperaría que hasta el entrenador más curtido en el «fútbol de antes» entendiera que las decisiones arbitrales, por erróneas que sean, no tienen nada que ver con la genitalidad, sino con la miopía, el software o simplemente la mala suerte.
Pero para Ramón, la culpa es claramente de una falta de rudeza, de hombría, de esa mística del «aguantá el golpe y seguí».
Nota del autor: Es un alivio que el Inter no haya convocado a la gran Marta, leyenda brasileña, porque si el fútbol es «para hombres y no para niñas», un hat-trick suyo en el Brasileirao podría colapsar la matriz espacio-tiempo del pensamiento ramonista.
🔄 Una ‘Vuelta Olímpica’ de Disculpas
Lo más delicioso de esta polémica es que no es la primera vez que Don Ramón se confunde de siglo. Apenas en 2024, cuando dirigía al Vasco da Gama, ya tuvo que pedir disculpas –con esa típica aclaración de que «fue malinterpretado»– por cuestionar que una mujer arbitrara el VAR.
Es decir, Ramón Díaz es la prueba viviente de la Teoría de la Evolución… pero al revés. No aprende. Repite el hit machista como si fuera el único recurso táctico que le queda cuando su equipo no rinde.
En resumen:
- Problema Real: El Inter empató y va mal en la liga.
- Problema Inventado por Ramón: El fútbol carece de suficiente «hombres».
- Solución Implícita: Sustituir el VAR por un duelo a cuchillo y solo permitir la entrada a los estadios a gente que pueda levantar una piedra de 50 kilos.
Mientras el mundo del fútbol sigue avanzando en temas de inclusión y respeto, Ramón Díaz se aferra a un mundo donde las críticas arbitrales se hacen invocando al patriarcado. Una estrategia audaz, aunque posiblemente más efectiva para conseguirle un billete de vuelta a casa que para ganar el Brasileirao. El fútbol, Ramón, es para personas. Y la hombría, francamente, no anula goles.
