El fútbol europeo acaba de recibir una descarga eléctrica. Lo que sucedió esta noche en Alemania no fue un partido de Champions League; fue una demostración de poder brutal, casi insolente. El Paris Saint-Germain viajó al BayArena y, en una exhibición de fútbol ofensivo que rozó la perfección, humilló al Bayer Leverkusen con un marcador de escándalo: ¡7-2!
Si alguien pensaba que el PSG de Luis Enrique era solo control, esta noche desató el caos. Fue una tormenta perfecta que borró del mapa a los alemanes. Y es que la sorpresa no es solo el resultado, ¡sino la forma!
Una Sinfonía de Goles y Caos Total
El PSG no tuvo piedad. La lista de goleadores parece el resumen de un torneo entero, no de un solo partido: Willian Pacho, Nuno Mendes, Ousmane Dembélé, Vitinha, el mágico Khvicha Kvaratskhelia y un doblete del jovencísimo Désiré Doué. ¡Una avalancha de talento!
Para el Leverkusen, la noche fue una película de terror. Robert Andrich perdió la cabeza y se fue expulsado. Grimaldo, su especialista, ¡desperdició un penal! Y aunque Aleix García tuvo el coraje de anotar dos goles (uno de ellos, un golazo de larga distancia), solo sirvieron para maquillar una herida que sangrará por mucho tiempo.
El «Factor Secreto» de la Nueva Champions
Pero aquí viene lo más jugoso de esta goleada: su impacto en el nuevo formato de liga.
El PSG no solo se llevó tres puntos para consolidar su liderato perfecto (9 de 9, Puesto 1). Con esta masacre, disparó su diferencia de gol a un impresionante +10. En esta nueva Champions, donde ya no hay grupos y la diferencia de gol es el primer criterio de desempate, ¡esto vale doble! El PSG está diciendo «no solo les gano, los destrozo».
Mientras tanto, el Leverkusen queda devastado. Esta paliza los hunde hasta el puesto 27 de la tabla general. Su diferencia de -5 es una losa pesadísima que los deja virtualmente fuera de la zona de playoffs.
El PSG no solo ganó en Alemania; envió un mensaje aterrador al resto del continente. Con el invicto Bayern Múnich como próximo rival, el equipo de Luis Enrique acaba de demostrar que tiene hambre y un apetito voraz. ¡Europa está avisada!