El Paris Saint-Germain (PSG) se alzó con la Supercopa de Europa en una final de infarto, al derrotar al Tottenham Hotspur en una dramática tanda de penales. Tras un empate 2-2 en el tiempo reglamentario, el equipo parisino demostró un espíritu de lucha indomable y una fe inquebrantable que culminó con un 4-3 en la definición desde los doce pasos. El partido, disputado en el Stadio Friuli de Udine, Italia, fue un verdadero espectáculo que tuvo a un héroe inesperado.
El guion del drama: Tottenham golpea primero, PSG remonta sobre la hora
El Tottenham de Thomas Frank parecía tener el partido bajo control. Con una estrategia ofensiva precisa, los Spurs se adelantaron con dos goles de cabeza en jugadas a balón parado. Micky van de Ven abrió el marcador en el minuto 16 y Cristian Romero amplió la ventaja en el 39, aprovechando la debilidad del PSG en los saques de esquina.
Sin embargo, el PSG de Luis Enrique mostró su carácter. La esperanza se encendió en el minuto 85 con un golazo de Lee Kang-in desde fuera del área, que recortó distancias. Y cuando todo parecía perdido, en el tiempo de descuento, Gonçalo Ramos apareció con un cabezazo certero para empatar el partido y llevar la definición a los penales.
Chevalier, el héroe inesperado de la noche
La tanda de penales fue el momento en que un joven portero se convirtió en leyenda. Lucas Chevalier, la apuesta de Luis Enrique en la portería, demostró una calma asombrosa. A pesar de que sus rivales habían sido los grandes campeones de Europa, el portero francés detuvo el primer penal de Micky van de Ven. Su actuación fue decisiva, y con la serenidad de un veterano, observó cómo sus compañeros anotaban sus lanzamientos, hasta que Nuno Mendes selló la victoria final con el 4-3.
Un título histórico para el PSG y una lección para el Tottenham
Para el PSG, esta es su primera Supercopa de Europa. Es un título que no solo celebra el triunfo, sino que también valida la visión de Luis Enrique, quien confió en la juventud y en la capacidad de su equipo para recuperarse de la adversidad.
Para el Tottenham, la derrota es dolorosa, pero no es un fracaso. El equipo de Thomas Frank demostró que tiene una estructura táctica sólida y que puede competir de tú a tú con los grandes de Europa. Aunque se quedaron a las puertas de la gloria, su actuación es un motivo de optimismo para lo que resta de la temporada.
El triunfo del PSG es un mensaje a toda Europa: el club parisino está listo para pelear por la gloria en todas las competiciones. El futuro es ahora.