El campo de juego del estadio Monumental, el hogar de River Plate, ha estado muchas veces bajo problemas. Inundaciones, recitales que dejan el terreno muy mal, líos con la iluminación alguna vez. Pero ahora, una situación de lo más insólita lo vuelve a mostrar en bajas condiciones para los encuentros que la banda debe afrontar próximamente.
¿Qué fue lo que pasó? Simple y a la vez complejo. El encargado del mantenimiento del campo, llamado vulgarmente «el canchero», había ordenado aplicar al césped un funguicida y otros productos para su cuidado. Pero quienes debían hacerlo cometieron un grueso error y en lugar de funguicida, le pusieron un herbicida que. obviamente, lo arruinó. Casi quedó convertido en un arenero, una playa. Ahora se está trabajando para reacondicionarlo, pero no hay muchas esperanzas de que mejore en el corto tiempo que River necesita para jugar por la Superliga. Insólito, pero real.
Fuente: Radio La Red, Buenos Aires
Diego Martín Yamus.
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