La macaca no podrá jugar la vuelta por las semifinales de la Sudamericana ante San Pablo en su escenario, el Moisés Lucarelli, por lo que tendrá que mudarse a la vecina ciudad de Mogi.
Ponte Preta no podrá jugar ante su público, pese a presentar un informe del cuerpo de bomberos que certifica que el Moisés Lucarelli está apto para albergar a 20.000 aficionados, como lo exige la CONMEBOL.
Finalmente, el ente rector de fútbol sudamericano, no autorizó al equipo de Campinas a jugar en casa, por lo que tendrá que mudarse a 57 kilómetros, para oficiar de local en la cancha de Mogi Morim, que tiene capacidad para 20.500 aficionados.
La ciudad se encuentra a 155 km. de San Pablo capital, por lo que se teme que haya algún tipo de cruces en la ruta, entre las «torcidas» del club sanpaulino y de la «macaca».
3-1 ganó en el Morubí el equipo de la banda negra, por lo que obliga al equipo de San Pablo a golearlo para dejarlo eliminado.
@lostribuneros