El veterano arquero de 36 años, Marcos Díaz, dejó el alma en la cancha para evitar que su Huracán sea derrotado en el Nuevo Gasómetro ante el rival de todas las horas San Lorenzo, en la última jornada del encuentro.
Leguizamón iba con chances manfiestas gol quedando mano a mano con el cuidapalos quemero, justo en el cuarto minuto de descuento que bien pudo significar la victoria del Ciclón. Apelando a su experiencia Diaz salió con mucha vehemencia cerrándo el ángulo de remate, pero, la valiente salida le costó que se lleve un golpe en la cara producto de golpe con los tapones en la cara.
El guardametas terminó con un corte en el rostro a la altura del pómulo y con los dientes afectados por el impacto.