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Un lamentable suceso empañó el clásico uruguayo entre Nacional y Peñarol el pasado domingo en el Estadio Centenario, cuando un policía de 47 años resultó gravemente herido tras el impacto de una bengala náutica. El artefacto, lanzado desde la tribuna Colombes, ocupada por hinchas de Nacional, cayó en la tribuna América e impactó al agente en la zona de la ingle.
El funcionario, adscrito al sector Logística y Apoyo de la Jefatura de Policía de Montevideo, fue sometido a una cirugía de urgencia en el Hospital Policial, donde se le extirpó un testículo. Actualmente, su pronóstico es estable y permanece internado en el CTI.
Además de este grave incidente, otro agente de la Guardia Republicana sufrió un traumatismo en el codo derecho debido a una pedrada, aunque fue dado de alta en el lugar.
Reacciones y consecuencias
El Sindicato Único de Policía del Uruguay (SUPU) ha condenado enérgicamente el ataque, calificándolo como la consecuencia de «años de indiferencia» y una «preocupante intolerancia social» hacia quienes velan por la seguridad pública. Por su parte, el Club Nacional de Football lamentó profundamente lo ocurrido y ha asegurado que está colaborando activamente con las autoridades para identificar al responsable de lanzar la bengala.
La Fiscalía de Flagrancia ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades individuales, utilizando registros de video y otros elementos de prueba. El incidente también ha planteado serias interrogantes sobre los controles de seguridad previos al partido, ya que a pesar de las inspecciones con perros K9, la bengala logró ingresar al estadio.
Este doloroso episodio resalta la urgente necesidad de implementar y reforzar las medidas de seguridad en los eventos deportivos para salvaguardar la integridad de todos los asistentes y evitar futuras tragedias.
