River la pasó mal en el primer tiempo, pero pudo encontrar la pelota en el segundo y alejar a los «verdolagas» de su área, si bien, no era peligroso en el ataque, apareció Pisculichi, quien sacó un «zapatazo» desde la medialuna, cruzado y envenenado que dejó sin asunto al arquero Armani.
Sin dudas, la adquisición del atacante de Argentinos Juniors fue lo mejor que pudo haber hecho la directiva millonaria.
La revancha será el próximo miércoles y River tiene casi servido el título.
@lostribuneros