Más allá de los nombres de los países que se clasificaron al Mundial, las eliminatorias dejaron, de tan cambiantes, varias apostillas increíbles. Grandes que quedaron afuera cuando venían tan bien, pequeños que revivieron en el último suspiro, emociones a raudales.
Lo de Argentina fue el final de una novela de drama y suspenso. Arrancó abajo la eliminatoria, resurgió ante Colombia allá, fue vapuleado por Brasil, se desquitó con la cafetera de nuevo. Perdió en La Paz y tras tres empates paupérrimos, Uruguay, Venezuela y Perú, parecía caerse de la Copa, más cuando a los 45 segundos iba perdiendo con Ecuador. Pero Messi lo hizo, la Selección dio vuelta el partido, el panorama, el tortuoso camino y está en su Mundial 17.
Perú se encuentra ante un momento que puede ser el mejor desde la generación dorada de los 70 y 80. Su última aparición fue en España 82, y para 1986 Argentina lo marginó en aquella dramática tarde del Monumental. Luego, la banda roja, a pesar de su mucho talento individual, no consiguió ser competitivo, y recién este 2017, de la mano de Ricardo Gareca lo logra. Igualó con Colombia con un gol insólito, que le regaló el arquero colombiano Ospina al introducir en su arco un tiro libre indirecto de Paolo Guerrero, y ahora espera a Nueva Zelanda, primero en Oceanía y luego en Lima, para cantar su vuelta gloriosa.
Hasta ayer, y si bien estaba tecleando en su rendimiento, Chile, el bicampeón de América, venía perfilado para jugar otro Mundial. Pero actuó mal ante Brasil, cayó por goleada y el 1-1 de Perú y Colombia lo sacó del torneo, para el que había entrado en las dos anteriores ediciones. Sí, el ganador de las últimas dos Copa América y finalista este año de la Copa Confederaciones no estará en Rusia 2018.
Lo de Paraguay fue de lo más inverosímil. Dependía como nadie de sí mismo para ingresar, pero en los cálculos nadie iba a imaginar que no sólo no ganaría, sino que este rejuvenecido y futurista Venezuela lo iba a amargar con un gol faltando 6 minutos y un 0-1 humillante. La albirroja se queda afuera por segunda vez al hilo, no va desde Sudáfrica 2010, cuando lo dirigió Gerardo Marginó y España lo eliminó en cuartos de final.
Venezuela hizo algo similar a lo de Trinidad y Tobago en la CONCACAF: un colista que le amarga el Mundial a un encumbrado. Porque en Port of Spain, los Soca Warriors se atrevieron a derrotar a Estados Unidos y gracias a las victorias de Panamá y Honduras, los norteamericanos no irán al Mundial. Venían jugando siempre desde su retorno en Italia 90, con un sitio de cuartofinalista en Corea-Japón 2002 y una brillante camada de jugadores. Pero Rusia no los tendrá.
En cambio, Panamá festeja a lo grande. Concretó el sueño de su vida de la mano de un experto en meter selecciones modestas, el gran Hernán «Bolillo» Gómez. El colombiano ya lo había hecho con Ecuador para 2002, y ahora lo puso en 2018. Y eso que los canaleros, de muy buenas condiciones, habían perdido 0-4 con Estados Unidos el viernes. Encima caían con Costa Rica en su final en el Rommel Fernández, pero lo dieron vuelta y se ganaron su premio mayor.
Otra historia de la agitada noche de la CONCACAF fue la de Honduras. Los Catrachos habían hecho un mal camino, 0-6 con Estados Unidos, derrota con México, habían sido empatados por Costa Rica el viernes en el quinto minuto de alargue. Pero se dieron el lujo de vencer al poderoso México en San Pedro Sula, y ahora palpitan el repechaje contra Australia en noviembre, con el primer cotejo en Tegucigalpa.
En Europa hubo varias perlas para comentar. La principal sin duda es la de Holanda, una naranja en mal estado. Tras ser eliminado el año pasado de la fase final de la Eurocopa, ahora se quedó sin Mundial. Un mal presente futbolístico, un cambio de técnico y su irregularidad le impidieron llegar al torneo máximo, y no les alcanzó el manotazo de ahogado del 2-0 sobre Suecia en la última fecha. La anterior ocasión en que lo vieron por TV fue para Corea-Japón 2002. Más: venían de ser terceros en Brasil 2014.
En un continente tan previsible como Europa, lo de Islandia es sonoro. Cuando antes vivía en el último lugar de cada clasificatorio, ahora se mandó gran carrera dejando atrás a Croacia y Ucrania y confirmando su 2016 de fama en la Euro. Islandia será el país más pequeño de la historia en ir a un Mundial, superando a Trinidad y Tobago del 2006.
Suiza había derrotado a Portugal en la fecha 1 del camino europeo, y luego mantuvo su perfección sobre los lusos, hasta que éstos lo derrotaron en la final en Lisboa. Ahora deberá buscar su clasificación en el repechaje.
Tremendas fueron también las victorias de Irlanda y Croacia de visitantes en Gales y Ucrania, respectivamente, dos que sirvieron para apenar a sus rivales ante su gente y de paso, seguir luchando por un pasaje mundialista.
En África, donde aún faltan tres países por clasificarse, la RD del Congo pasaba al frente del Grupo A cuando iba 2-0 sobre Túnez, pero los tunecinos les remontaron a 2. Y ese punto ahora es decisivo, porque los dirigidos por Nabil Maaloul mantuvieron los tres puntos de ventaja esta fecha y en noviembre, sería raro que no llegaran al Mundial. Reciben al pobre Libia y con sólo empatar, volverán a una Copa, donde no están desde 2006.
Lo mejor de África es Egipto, que de la mano de Héctor Cúper fue primero subcampeón de la Can ante Camerún, y ahora ingresa por fin a un Mundial tras su última vez allá en 1990. En cambio, el campeón Camerún hizo una ronda final pobre y no viajará, lo mismo que Argelia y Ghana, otros dos que siempre figuraban.
En noviembre se cerrará todo. Y, seguro, habrá mas´historias increíbles para contar. Porque así son las eliminatorias.
Diego Martín Yamus
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