El italiano Claudio Ranieri había sido acusado por medios argentinos de la época de discriminar a los sudamericanos, luego de haber colgado a Ariel Ortega en el Valencia, pero el tiempo dijo otra cosa.
El «Burrito» era la sensación del fútbol argentino por su habilidad en el campo, amistad con las redes y su cosecha de títulos con un River Plate que estaba en todo su esplendor. Valencia de España había desembolsado una verdadera fortuna y se lo compró al club millonario, sin embargo, éste duró muy poco en el equipo ya que su entrenador Claudio Ranieri lo dejó de lado.
Varios sectores de la prensa argentina en 1997 optaron por acusar de «racista» al técnico italiano. También hablaban de persecución al «Burrito», de que Orteguita ponía música en el vestuario y que eso le molestaba a un rígido y apático Ranieri y muchas cosas más, pero, como no existía Internet por esos tiempos, o más bien, estaba naciendo, se oía una sola campana por estos lares.
Esas informaciones que manejaban los medios predominantes favorecían al jujeño, y muy rara vez, contaban la otra cara, esa cara que salió a flote años después con el avance de la red de redes y con un «Cholo» Simeone, entrenador de River, que tuvo que prácticamente echarlo del equipo dado su problema con el alcohol.
Hoy, casi 20 años después, Rainieri recibió un inesperado premio con un equipo chico que luchaba por no descender y que ganó la Premier League y, que además, cuenta con un argentino como Leonardo Ulloa.
@lostribuneros