El viejo Peñarol se quedó con el honor. Finalmente los ferroviarios van fueron los últimos en jugar una final de Copa Libertadores un sábado. El Superclásico iba a dejar su marca como el último partido de la era de ida y vuelta, pero una tormenta, primero, y luego hechos de violencia obligaron a interrumpir el cotejo.
Finalmente quedará en la historia. Un 31 de octubre de 1987 Peñarol jugó la final ante el América de Cali, y gracias a un milagroso gol anotado a los 119′:58″ por Diego Aguirre, los carboneros levantaron su quinto trofeo.
Peñarol le iba a pasar la posta a otros dos pesos pesados como ellos como lo son Boca Juniors y River Plate, los dos más populares de Argentina, quienes iban a poner el broche de oro al fin de la era de partidos de ida y vuelta.
Primero fue una tempestad la que conspiró contra el espectáculo. El partido que se iba a jugar en la Bombonera debió ser suspendido porque se había inundado gran parte de la Capital Federal, y en especial la cancha de Boca.
Luego, los malos hinchas de River, los enemigos íntimos se encargaron de conspirar contra su propia institución al atacar el ómnibus que llevaba a los jugadores boquenses a metros del Monumental.
A partir de 2019 se jugarán en sede fija, y a un partido.
@lostribuneros