Los “Carboneros” no pudieron con el modesto Plaza Colonia en el Estadio Centenario, debiéndose conformar con el empate. Malograron la chance de quedarse con medio título. Forlán marcó un golazo. Dependen de sí mismos (Foto: @subrayado)
Peñarol entraba al campo del mítico Estadio Centenario, con un pobre margen de público, para encarar al recién ascendido Plaza Colonia, por la jornada 14 del Apertura.
El objetivo del equipo de Pablo Bengoechea era el de sumar tres preciosos puntos que lo dejen al borde de la vuelta olímpica. Sin embargo, el elenco coloniense entró a la cancha del Centenario con la idea de arruinarles la existencia. Casi logra el objetivo.
Peñarol se mostró con intensiones de dominar el juego y de doblegar al rival, pero, se encontró con una verdadera sorpresa. Plaza se le plantó y le generó situaciones en la primera parte que daban para creer que esto no sería fácil. Guruceaga sacó un gol cantado. Del otro lado, el ex Colón de Santa Fe, Luque la tiró cruzada al segundo palo que por poco se fue.
Pese a los amagues de los colonienses, el juvenil Nahitan Nádez robó un balón en el medio campo, de manera dudosa por que pareció falta. La pelota cruzada cayó en los pies del veterano Diego Forlán, que de un zapatazo la clavó en el ángulo. Peñarol se iba al descanso menos preocupado.
El mal funcionamiento como equipo del “Manya” comenzó a preocupar por demás a su afición, que no superó los 10.000 aficionados. Leal y Dibble en el ataque acalambraron, especialmente, al brasileño Diogo Bittencourt y compañía. Atrás, Plaza contaba con la experiencia del ex River y Quilmes, Danilo “Paco” Gerlo.
La solidez y decisión de Plaza fueron un flagelo para los peñaroles; Malán, Dibble y Leal estaban enchufados, dando batalla frente al área.
En un momento, el conjunto de Colonia del Sacramento logró salirse con la suya y el ex Peñarol, Sergio Leal, ponía el empate.
El partido, que era para el bostezo, comenzó a despertar al público. Plaza bregaa por el segundo, para mejor, Nández cometía una infantil falta en el medio campo y se hizo expulsar.
Peñarol, presa del desconcierto, terminaba el partido pegándole de punta al balón y sacándolo como podía. Estaba al caer el segundo tanto del elenco que, curiosamente, era local en Montevideo.
Hubo una última jugada. Peñarol fue a cabecear al área del Plaza y por poco no se lleva tres injustos puntos.
En líneas generales vimos un partido espantoso. Peñarol lleva todo un campeonato si demostrar un juego convincente, mientras que su rival, pobre técnicamente, demostró dignidad.
Para consagrarse campeones, los “Manyas” deberán ganarle al Juventud el fin de semana próximo.
@lostribuneros