(Foto: Taringa) En el arranque del Torneo Clausura de Uruguay, el decano no pudo ante su sombra: Fénix. Peñarol, quien la pasó mal en el Apertura ante este rival, esta vez, le fue mejor y al menos empató. Olivera, que había errado un penal, se mandó un gol de antología.
Peñarol no pudo ante el Centro Atético Fénix, equipo que lo tiene a mal traer; los decanos sufrieron en el estadio Centenario ante un equipo visitante que fue a hacer su negocio.
El elenco albivioleta del barrio montevideano de Capurro se puso en ventaja rápidamente, cuando Hernán Novick (hermano del jugador de Peñarol, Marcel) recibió un balón de García y lo mandó al fondo de las piolas.
Los mirasoles atacaron, fueron con todo en busca del empate, pero los de Capurro no se amilanaban y aprovechaban las desconexiones que tenía el equipo aurinegro en la mitad del campo.
Fénix cada vez que atacaba dejaba en claro la displicencia de la defensa carbonera, mientras que Peñarol aprovechaba la velocidad y los desbordes de un explosivo y aguerrido «Lolo» Estoyanoff. Justamente, un centro del «Lolo» terminó en un penal a favor del aurinegro, y con la expulsión del defensor Rodrigo Rojo.
El experimentado Juan Olivera remató el penal y, como decimos en Buenos Aires, le tiró una «masita» al arquero panameño Luis Mejía.
La primera parte terminó con un Peñarol dueño del balón y con Fénix jugando de contra y metiendo miedo.
Para la complementaria el equipo mitad violeta, mitad blanco, retrocedió en el campo porque Peñarol entró decidido a empatarlo, luego que el técnico Jorge Da Silva meta mano en el equipo: Grossmuller abandonó el campo por Aguirregaray y Núñez entró por Zambrana.
Peñarol tenía un jugador más en la cancha, con buenos cambios hechos por el entrenador, comenzó a sacar partido y a maniatar a un rival que decididamente se «colgó» del travesaño.
Fénix, quien prácticamente colocó el ómnibus que los transportó al Centenario frente a su arco, no podía salir de su área; el excelente atacante Juan Manuel Olivera recibió un balón en el área y con una chilena espectacular empató el cotejo.
El gol carbonero le cayó al mirasol como si fuese nafta de avión; comenzaron a levantar vuelo y a correr a toda velocidad por la raya derecha del campo de juego.
Los visitantes seguían atrincherados, el veterano y legendario «Tony» Pacheco, quien 6 meses atrás se había fracturado ante este mismo rival, retornó a los campos de juego a los 26′ del complemento, en lugar del lateral González.
La multitud ovacionó al «Tony» y este se encargó de ejecutar tiros libres y darle mayor empuje en la ofensiva al mirasol.
Fénix, equipo que sigue sumando para zafar del descenso hizo su negocio; a falta de 5′ decidió congelar el resultado, ya estaban a mano, luego que a los 36′ de ese segundo tiempo Aguirregaray fuera expulsado, por eso, se llevó el balón a la zona carbonera e hizo correr el reloj.
El empate, a nuestro entender fue justo, luego que Peñarol pague sus pecados por no ser lo contundente que debería ser y porque Fénix planteó un partido para sacar un positivo y lo hizo.
@lostribuneros