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Peñarol logró la clasificación a la segunda fase de la Copa Sudamericana tras darle una brutal paliza al Jorge Wilsterman en plena Cochabamba. Los «Manyas» ganaron por 4-0 pero bien pudieron marcar tres más. Estuvieron 25 años sin vencer en Bolivia.
El equipo de Peñarol llegó a la ciudad de Cochabamba con el alivio de haber ganado por 2-0 en Montevideo, por lo que debía cuidar esa diferencia para lograr su pasaje a la segunda fase de la Sudamericana.
Fossati paró bien al equipo en la cancha, pero por sobre todo, les inyectó lo que el hincha del «más popular» exige: garra y corazón. Los jugadores de Peñarol mostraron carácter y, además, un juego ofensivo que le permitió poner de rodillas al equipo local y enmudecer el Félix Capriles.
El lateral izquierdo brasileño Diogo Bittencourt a los 23′ abría el marcador, y se la hacía más pesada al equipo «aviador» que debía golear a esa altura; los atacantes de Peñarol no estaban afinados y se dedicaron a errar goles increíbles y uno se preguntaba ¿no quieren golear hoy?.
Recién en el segundo tiempo los atacantes mirasoles se desperezaron y se decidieron a cumplir con su función de marcar goles. Jonathan Rodríguez hizo dos enganches en el área y fue bajado ahí, el referí, de pésima actuación, sancionó la pena y el propio Rodríguez a los 70′ facturó.
Wilstermann se cansó de pegar, faltó que le hagan «la triple Nelson» a los atacantes de Peñarol que el árbitro paraguayo Julio Quitana no mostraba tarjetas.
Otra falta «alevosa» en el área del aviador permitió que Juan Olivera, también de penal, ponga el 3-0 a los 78′.
Faltaba muy poco, el pescado hacía rato que estaba vendido, pero el defensor Damián Macaluso anotó su tanto: 4-0.
Un reproche tenemos para Peñarol ¿porqué erró tantos goles? ya que bien pudo haber marcado 7, como lo hizo en Montevideo en 1960 ante este rival.
El próximo rival del «manya» será el Cali de Colombia.
@lostribuneros
