Un doloroso festejo encaró el equipo carbonero tras el 4-0 sobre Cerro, y como visitante. Campeones indiscutidos del Clausura, prácticamente invencibles en la cancha, pero lo sucedido fuera del campo de juego apagó todo tipo de festejo y las hinchadas dejaron de serlo para convertirse en ciudadanos; dos niñas fueron salvajemente asesinadas durante la semana, hechos que conmovieron al Uruguay entero y que, incluso, trascendió fronteras y llegó a la opinión pública argentina.
Valentina y Brissa, dos nenitas abusadas y asesinadas, no pasaron inadvertidas para la gente del fútbol. La Asociación Uruguaya de Fútbol dispuso para sus familias, que haya un minuto de silencio en cada partido que se celebre por esta jornada 14.
Colegas uruguayos nos cuentan que las hinchadas del local Cerro y Peñarol sostienen una rivalidad histórica, y que, como pocas veces respetaron el minuto de silencio desde el primer hasta el último segundo.
Algo falla en la sociedad del vecino país. Las autoridades deberán ver cuál es la solución. La gente ahora no calla ni tapa.
Los manyas celebraron, pero no como debería haber sido.
Marina Buur
@lostribuneros